
La ausencia de otro Plan PIVE dejará sin vender 30.000 coches
Los fondos del octavo Plan PIVE para achatarrar automóviles de más de diez años de antigüedad se agotaron antes de que finalizara el pasado mes de julio. A diferencia de ediciones anteriores, no hay planes claros de continuidad en estos programas de ayuda a la compra de coches nuevos. Una circunstancia que puede lastrar el buen comportamiento de las matriculaciones que se ha mantenido en los siete primeros meses del presente ejercicio, con un incremento de las ventas del 11%. El hecho de que el Gobierno cumpla hoy 239 días en funciones parece un obstáculo insalvable para que el Ministerio de Industria, previo informe positivo de Hacienda, habilite nuevos fondos para continuar con esta iniciativa. La venta de 30.000 cohes más corre serio peligro en los meses que restan para que finalice el año.
Aunque las ayudas de este último plan eran un 25% más pequeñas que la de los programas anteriores (1.500 euros por vehículo en lugar de 2.000 de los PIVE anteriores, con la excepción del segundo), la iniciativa seguía sirviendo para atraer a clientes a los concesionarios de automóviles y facilitar el cierre de operaciones de compra de vehículos.
Es cierto que las cantidades recibidas por parte de los compradores se habían reducido en 500 euros y que, además, la ayuda debía ser declarada como ingreso en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, una medida que a la postre reducía el ahorro final de los que se adherían al plan. Pero no es menos cierto que este descenso teórico de fondos se veía frecuentemente compensado por el mayor esfuerzo que realizaban las casas de automóviles para poder cerrar con éxito operaciones.
Source: The PPP Economy