En qué acciones o depósitos invierten su dinero Luis de Guindos o Christine Lagarde


Una vez al año, los 25 miembros del consejo del BCE están obligados a informar sobre sus carteras privadas de activos, en aras de la transparencia. Así lo estipula el código de conducta del banco central. Esta declaración nos permite cotillear en las inversiones de personalidades que, dada su situación, disfrutan de la mejor información disponible.

La publicación de sus participaciones en compañías cotizadas, así como inversiones en fondos o empresas privadas, o depósitos de más de 100.000 euros en entidades supervisadas por el organismo, tiene por objeto garantizar la transparencia y revelar posibles conflictos de intereses, pero también puede inspirar estrategias de inversión y el vistazo a esos depósitos es, desde luego, revelador.

Seguramente lo más sorprendente es que solo una pequeña proporción de los políticos monetarios de altos vuelos invierten en el mercado de capitales y tienen posiciones significativas en sus propias carteras. Solo hay seis con este tipo de inversiones. Según los documentos presentados, los guardianes del euro restantes no poseen acciones ni fondos, a pesar de que los banqueros centrales deberían saber mejor que nadie que solo aquellos que invierten su dinero en el mercado de capitales tienen la posibilidad de proteger sus activos de la inflación.

Entre los que no invierten en Bolsa está el gobernador del Banco de España. Pablo Hernández de Cos. Tampoco invierte en Bolsa el presidente del Bundesbank alemán desde enero, Joachim Nagel, bastante menos aficionado a la Bolsa que su antecesor Jens Weidmann, que en 2020 tenía un ETF en el índice MSCI World y acciones del Dax en su cartera.

Entre los que sí invierten destaca la presidenta del BCE, Christine Lagarde, con una cartera, por otra parte, bastante manejable. Lagarde tiene invertido dinero en dos fondos: uno en el BNP Sustainable Europe Dividend y el otro en el fondo mixto Oddo BHF Polaris Moderate DRW. El primero invierte dinero en acciones europeas de alto dividendo que también son sostenibles. Sin embargo, el retorno es bastante modesto.

Durante un período de cinco años, el fondo ha obtenido una rentabilidad media del 2,3% anual, 4,2 puntos porcentuales por debajo de la rentabilidad del MSCI Europe. El segundo fondo, Oddo BHF Polaris Moderate DRW, ha obtenido una rentabilidad anual media del 2,4% durante un período de cinco años. También declara intereses en un una inmobiliaria francesa y depósitos de más de 100.000 euros. El número dos del BCE, el español Luis de Guindos, tiene dinero invertido en un fondo de la gestora de Mutua Madrileña, Mutuoactivos.

Los miembros del consejo afines al mercado de capitales también incluyen al jefe del banco central belga, Guillaume Pierre Wunsch, quien tiene la mayor selección de fondos y ETF en su cartera y también está involucrado en las dos nuevas empresas belgas Sunoptimo y CV-Trust. Pero es la alemana Isabel Schnabel, miembro del consejo desde principios de 2020, la más intensamente relacionada con el mercado de capitales dentro del exclusivo círculo del Consejo del BCE. Schnabel ha declarado 33 grupos de acciones en su cartera, incluidos los fabricantes de vacunas Biontech y Curevac, empresas tecnológicas como Microsoft y Snap, acciones chinas como Alibaba y JD, pero también acciones estándar alemanas como Bayer, BASF, Siemens.

Además comercia fluidamente con ellas Según la documentación presentada, todavía tiene diez fondos indexados, los llamados ETF. Estos son generalmente más baratos que los fondos administrados activamente. Una mirada a la lista de ETF del regulador de divisas también revela que Schnabel ha colocado una cantidad relativamente grande en acciones europeas y las acciones de países emergentes. Tres de los diez ETF tienen un claro enfoque europeo, mientras que otros dos invierten en empresas sostenibles en mercados emergentes. La economista ha invertido además en el clásico iShares Core MSCI World y en una versión sostenible del ETF. Como único fondo gestionado activamente, Schnabel posee el DWS Top Dividende, que han aumentado en alrededor de un 15% su valor en el último año. Sin embargo, con este producto, los inversores también deben tener en cuenta la carga inicial de hasta el 5% en su cálculo de rendimiento.

En las declaraciones de activos llama también la atención el hecho de que varios miembros del Consejo y supervisores bancarios del BCE han orientado sus carteras con relativa fuerza a sus propias regiones, en lo que podríamos denominar un sesgo doméstico. El jefe del banco central de Estonia, Madis Müller, por ejemplo, posee acciones en la cadena minorista nacional Tallinna Kaubamaja Group, así como acciones en la compañía naviera Tallink Group y acciones en Enefit Green, un proveedor estonio que depende de las energías renovables. El jefe del banco central de Malta, Edward Sicluna, dice que tiene una participación en varias empresas maltesas que no cotizan en bolsa, incluido el proveedor de puertos deportivos Creek Development. El supervisor bancario finlandés posee varias acciones finlandesas, mientras que los dos supervisores de Francia y Luxemburgo solo invierten en acciones francesas.

Resulta interesando que muchos de los supervisores bancarios del BCE tengan varios fondos mixtos caros en sus carteras, incluido el miembro de la junta del Bundesbank, Joachim Würmeling. También es propietario de varios fondos de bonos que, sin embargo, no han rendido casi nada durante años debido a las tasas de interés históricamente bajas en el mercado de capitales. Y en conjunto cabría comentar que una inversión financiera basada en las carteras de los guardianes financieros de Europa no es realmente un gran modelo para los inversores privados. Con una combinación equilibrada de ETF diversificados a nivel mundial y algunos fondos temáticos especialmente diseñados, es bastante probable generar rendimientos significativamente mejores que los que permiten las opciones de inversión de los banqueros centrales.
Source: Noticias