Sánchez podrá bajar la luz, pero hay letra pequeña


Tras un periplo de dos semanas por Europa buscando apoyos a sus propuestas para bajar el precio de la luz, en el que encontró con la férrea oposición de los países del Norte, el presidente Sánchez consiguió al menos salvar los muebles con un acuerdo europeo que permite a España y Portugal aplicar medidas excepcionales para bajar los precios de la luz. Cuentan los corresponsales en Bruselas que la reunión fue tensa, y que Sánchez incluso amenazó con vetar el acuerdo si no aceptaban esa excepcionalidad de la Península Ibérica que le diera un respiro en España. Con los transportistas en la calle, el precio de la electricidad y los combustibles disparados; muchas industrias anunciando parones y ERTES por la falta de suministro,… el presidente no podía permitirse el lujo de volver con las manos vacías. Y no lo ha hecho. Ahora falta por ver cómo aplicará las herramientas que Bruselas le ha permitido porque, no nos engañemos, también tiene letra pequeña.

Los Gobiernos de España y Portugal podrán intervenir el mercado y topar el precio de la electricidad generada con gas. Pero, ¿quién pagará ese desfase? Lo tendrán que subvencionar el Estado, o generar un déficit que pagaremos los consumidores en los recibos futuros. Algo así, como el déficit de tarifa que se inventó Aznar en su tiempo para pagar las primas a las renovables y que tantos dolores de cabeza provocó después. Tendremos que esperar hasta el martes para que nos lo expliquen. Y no solo nos lo tendrán que explicar a nosotros. Bruselas ha dejado claro que las medidas que aprueben deberán ser temporales, y además necesitarán el visto bueno de la Comisión. No valdrá cualquier cosa ni será para siempre, pero sin duda es un alivio para el presidente, y esperemos que también para el recibo de la luz.

Pero el Gobierno tiene todavía unos cuantos frentes abiertos más. Pese al acuerdo conseguido con la gran patronal del transporte, la plataforma que convocó los paros mantiene su protesta. Y visto desde fuera, uno tiene la sensación de que el Ejecutivo ha perdido la principal batalla, la del relato. A pesar de las gravísimas consecuencias que estos paros están teniendo para el conjunto de la economía española, los ciudadanos han entendido y se han solidarizado con su causa. ¿Tan difícil era haberse sentado con ellos el primer día en lugar de demonizarlos? De todos modos al final han tenido que hacerlo.

Y además, si los hubieran incluido en las negociaciones, probablemente se hubieran sentido partícipes de los acuerdos pactados y no como ahora, que seguirán pidiendo más y más. Aunque cuidado. No son los únicos que lo están pasando mal. No son los únicos que tienen que soportar esos elevados precios de la luz y los combustibles, y si después de aprobar las ayudas insisten en paralizar España, quizás los ciudadanos dejemos de ser tan comprensivos, y pierdan la razón que les asistía.

Al final, no nos engañemos, esta crisis nos hará a todos más pobres. Y se podrá aliviar temporalmente la situación aprobando medidas excepcionales para bajar la luz, o para hacer frente a la subida de los combustibles. Pero las ayudas a unos las pagaremos los otros, porque las arcas públicas no están para muchas alegrías, aunque a veces el Gobierno no se dé por aludido.

EE.UU. enviará más gas a Europa

El acuerdo firmado entre Estados Unidos y la UE supondrá para Europa un desembolso de más de 140.000 millones de euros. Permitirá reducir un 30%la dependencia del gas ruso, pero nos saldrá más caro.

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