La rehabilitación apuntala el sector de la construcción


La rehabilitación podría dejar de ser, por fin, una asignatura pendiente. Dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la partida dedicada al Programa de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana asciende a 6.820 millones procedentes de los fondos Next Generation UE. 3.420 estarán dedicados a la recuperación económica y social en entornos residenciales (1.994 para la rehabilitación integral de edificios, 976 para la rehabilitación de barrios y 450 para incentivos fiscales). Si los objetivos se cumplen, «se habrán rehabilitado 1,2 millones de viviendas hasta 2030», asegura Marta Vall-llossera, presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (Cscae), añadiendo que la meta final es lograr «la descarbonización completa en 2050».

El parque inmobiliario residencial español tiene más de 25,2 millones de viviendas. El 51,2% fueron construidas antes de la década de los 80, una fecha significativa porque no fue hasta hace 43 años cuando entró en vigor la primera normativa sobre condiciones térmicas en los edificios. De estos 13 millones de viviendas con más de cuatro décadas a sus espaldas, 9,7 son principales, lo que pone de relieve las carencias en materia de eficiencia que deben superarse. «Nuestro parque de edificios es muy ineficiente y, por tanto, caro de calentar, enfriar y muy contaminante y de bajo confort», indica Sebastián Molinero,secretario general de Andimac, la patronal de la reforma y la rehabilitación.

Esta apuesta por la eficiencia energética entronca con el compromiso con la sostenibilidad y el futuro del planeta. Carlos Sanz, director general de Habitissimo, señala que «cada día se hace más patente la necesidad de potenciar y reducir drásticamente el uso de la energía y de combatir la emisión de CO2, uno de los principales responsables del calentamiento global». Cualquier actuación rehabilitadora redunda directamente en el bolsillo de los ciudadanos, y no solo en términos de gasto en suministros, sino también como inversión, puesto que la vivienda en propiedad «es el principal activo de ahorro. Si se deteriora, se deteriora su valor y, con ello, el ahorro real de familias y, a escala, del país», recuerda Molinero.

Según la Confederación de la Construcción (CNC), «7 de cada 10 euros ejecutados procedentes de los fondos Next Generation EU van a guardar relación con la construcción», comenta su presidente, Pedro Fernández. «El auge de los trabajos de reforma y rehabilitación ha propiciado que la construcción se establezca como uno de los motores de la recuperación económica», subraya Sanz. En el último mes, el paro en el sector ha caído en 68.725 personas y la contratación indefinida ha crecido un 108%. Vall-llossera aporta más cifras: «Se estima un crecimiento de 13.500 millones en el PIB y un crecimiento de 188.300 empleos directos». Asimismo, una encuesta de Habitissimo señala que el 77% de los profesionales afirma que los trabajos de eficiencia energética han representado una oportunidad de crecimiento para su negocio. Además, el 79% espera que las ayudas incentiven aún más la demanda en 2022. 

El horizonte no está exento de amenazas, siendo una de ellas el encarecimiento de los materiales. En octubre del pasado año, la CNC reveló que las materias primas habían supuesto un sobrecoste del 22,2%, y la guerra en Ucrania podría agravar la situación. La incertidumbre respecto al devenir del conflicto podría acabar generando cuellos de botella, por lo que «hay que evitar cualquier tipo de retraso en la distribución y ejecución de fondos», declara Fernández. Para Andimac, «el principal reto es que la Administración, sea capaz de diseñar un proceso ágil para aligerar la concesión de licencias municipales o los propios procesos de tramitación de las ayudas».

Queremos vivir mejor

La pandemia cambió nuestra forma de ver el hogar que habitamos. Muchos se refugiaron en las reformas para dotar a sus viviendas de mayor calidad. Las comunidades de propietarios se han inclinado por el aislamiento de cubiertas y fachadas. «En el caso de una vivienda construida antes de los años 80, este tipo de reformas pueden brindar un ahorro energético de entre el 30% y el 80%, mientras que, si es posterior, reduce el gasto entre un 30% y un 60%», indica Sanz. Las posibilidades de mejora son muy amplias, dado que «más del 81% de los edificios existentes se sitúan en las letras E, F o G, en términos de emisiones, aumentando dicho porcentaje hasta el 84,5% de los edificios en el caso del consumo energético», matizan desde el Cscae.

Más allá de la cuestión energética, la rehabilitación también hace hincapié en aspectos como la accesibilidad o la distribución. «Desde la pandemia se da mucha importancia a mejorar las prestaciones de habitabilidad y adaptar a las nuevas necesidades sociales el interior de las viviendas», explica Molinero. 2021 supuso un punto de inflexión y el reto es consolidarlo. «Es necesario activar el sector, impulsar la cultura de la rehabilitación y volcar a la profesión y a la ciudadanía en la búsqueda de espacios habitables, saludables, confortables y sostenibles», concluye Vall-llossera.

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