Vantage Towers: respuestas al desafío de desplegar una infraestructura 5G eficaz y sostenible
El despliegue de la infraestructura 5G es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector de las telecomunicaciones, ya que requerirá un mayor aprovechamiento de la infraestructura pasiva existente (torres de comunicaciones y antenas en azoteas), y la densificación de las redes actuales con nuevos emplazamientos.
Así lo explica Blanca Ceña, directora de Vantage Towers en España: «Las empresas que nos dedicamos a operar estos emplazamientos deberemos buscar alternativas a la colocación de torres o antenas en zonas en las que haya mucha intensidad de uso. Y en este sentido se comenzará a apostar por emplazamientos incluidos en el mobiliario urbano, como farolas o postes de luz».
Sin ir más lejos, Vantage Towers ha sellado recientemente un acuerdo de colaboración con Signify con la intención de desplegar conjuntamente proyectos comerciales en base a puntos de conexión a la red ubicados en mobiliario urbano como los citados postes de luz y que dará comienzo con un programa piloto en España. Esto permitirá construir redes neutrales para atender la creciente demanda de conectividad en entornos urbanos y rurales densificados.
La realidad es que todas las partes implicadas en el despliegue y funcionamiento de las redes 5G se enfrentan a grandes retos. El primero de ellos es la actualización de toda la red, para que de verdad podamos contar con una infraestructura capaz de soportar las necesidades de conexión en un futuro no muy lejano. De ahí que, en España, el sector de las telecomunicaciones en su conjunto (tanto los encargados de la gestión de emplazamientos pasivos como los operadores móviles), va a tener que hacer toda una actualización a 5G en cada uno de los emplazamientos radio que hay que en estos momentos y que se cifran en 50.000.
Al reto que supone la modernización de las redes existentes hay que sumarle que todavía hay zonas en las que no hay cobertura móvil que soporte anchos de banda suficientemente altos como para soportar aplicaciones de uso masivo o digitalización de procesos productivos. En este sentido, los fondos europeos Nextgen, destinados al impulso de la implantación del 5G, suponen una gran oportunidad para asegurar la llegada de esta tecnología a dichas zonas. Eso sí, deberán ser ejecutados en muy poco tiempo, para cumplir con los plazos que se han contemplado.
Esfuerzo conjunto
El reto es, por tanto, trabajar por la implantación del 5G como un proyecto de Estado con el esfuerzo conjunto de todos los agentes para hacerlo posible y real, con todos los beneficios que ello conllevará: frenar la despoblación y cerrar la brecha digital, el impulso al trabajo en remoto con el que atraer a profesionales cualificados a nuestro entorno laboral, el uso de la telemedicina en entornos rurales, la estimulación de la industria, o la consecución de procesos empresariales que fomenten la sostenibilidad y el aprovechamiento de los recursos, entre otros beneficios.
Porque, si algo está claro, es que el mantenimiento de las infraestructuras de telecomunicaciones es vital para garantizar una conectividad de calidad. Durante los momentos más complicados de la pandemia, las telecomunicaciones han hecho posible que, como sociedad, hayamos podido permanecer unidos y, a nivel económico, que los negocios hayan sido capaces de mantener su actividad. Por eso, es necesario seguir impulsando y acelerando la conectividad en Europa, y hacerlo de una forma sostenible.
A esto se suma un reto muy particular que atañe a nuestro país. Si realmente ambicionamos convertir la España vaciada en la España conectada, el desarrollo de la conectividad pasa ineludiblemente por el impulso del ámbito rural.
Pero no siempre resulta posible llevar a cabo este despliegue de la forma más sostenible en las zonas rurales o en áreas aisladas de la red eléctrica. Por eso, en muchos de estos casos, Vantage Towers utiliza contenedores de energía de GLP especialmente diseñados, en lugar de generadores diésel, lo que permite reducir significativamente las emisiones de carbono. Y, paralelamente, la compañía estudia proyectos piloto con energías híbridas como la eólica o la solar para reducir la contribución de los combustibles fósiles en las operaciones y seguir avanzando en el objetivo de descarbonización.
Acuerdo estratégico
De ahí que recientemente también haya acordado una colaboración estratégica con la empresa de energía eólica Mowea para la instalación de 752 microturbinas eólicas en 52 torres de Vantage Towers en Alemania, y ya trabaja para establecer nuevos proyectos piloto de energía eólica en otros mercados como el español.
En definitiva, el reto es desplegar una red 5G eficaz y sostenible, y para acometerlo España necesitará medios materiales, un gran número de profesionales expertos e importantes recursos, que requerirán, para su puesta en marcha, de la colaboración entre administraciones públicas y empresas.