Las empresas paran fábricas y activan en cascada los ERTE de guerra


Yolanda Díaz reconocía ayer que el impacto de la guerra será significativo en la economía y en el empleo. El frenazo en el crecimiento parece ya un hecho para los economistas y la falta de materias primas y su encarecimiento está sembrando de parones de actividad y de ERTE el mercado de trabajo en un momento en el que las empresas luchan por recuperarse tras dos años de pandemia. La situación está obligando al Gobierno a buscar fórmulas de apoyo a las empresas, entre ellas los ERTE estructurales que incluyó la reforma laboral, para que puedan acogerse a esta protección para el empleo los sectores más afectados por la escalada de la energía.

El aumento de la incertidumbre por el conflicto también está paralizando proyectos, inversiones y pedidos en toda España. Empresas como Roca, Acerinox o Veleo negocian suspensiones de empleo para amortiguar el golpe. La americana General Mills (‘Old El Paso’, ‘Häagen -Dazs’), con fábrica en San Adrián (Navarra), estudia sumarse con otro ERTE. «Se trata de un último recurso si no se puede operar con normalidad», matizan fuentes de la empresa, que admiten que ya están buscando «alternativas» para mantener sus producciones. Desde CC.OO., su responsable de Cadena Alimentaria, José Aranda, teme que «la situación degenere en las próximas semanas y meses», cuando se agote la materia prima almacenada.

El zarpazo de la contienda lo está sufriendo también el sector conservero, que emplea a más de 25.000 personas, que ya despliega planes de contingencia para mitigar los efectos de la guerra. El secretario general de la patronal Anfaco-Cecopesca, Juan M. Vieites, recuerda que esta industria emplea en torno a 55.000 toneladas anuales de aceite de girasol con origen mayoritario en Ucrania .

Impacto en el sector cerámico

El sector cerámico es otro de las actividades afectadas por los precios del gas y por el corte de suministro de arcilla de Ucrania, de donde se importa el 70% del total de la materia prima que consume. Un gigante como Roca decidió presentar un ERTE antes de que estallara la guerra por la escalada de los precios energéticos, ahora disparados. Lo hizo para su división cerámica, que fue adquirida por la compañía mexicana Lamosa el pasado agosto. Afecta a unos 200 trabajadores que conforman las tres empresas del grupo: Cerámicas Belcaire, Roca Tiles Spain y Tiles Investments and Holdings.

Acerinox es otra de las afectadas. Ha comenzado a negociar con el comité de empresa de su fábrica de Los Barrios (Cádiz) un ERTE para los alrededor de 1.800 trabajadores que tiene en la planta. El mismo camino ha seguido en Andalucía Valeo, el principal proveedor automovilístico de la comunidad. Ha acordado un ERTE de 20 días en su planta en Martos (Jaén) para sus más de 3.000 trabajadores por la falta de componentes procedentes de Ucrania.

Los elevados precios del gas y la electricidad motivaron que la multinacional ArcelorMittal parara el martes la planta de Olaberria (Guipúzcoa) desde las 7 de la mañana hasta las 12 de la noche. Ayer funcionó de forma intermitente, aprovechando las franjas horarias en las que el coste es menor. Aproximadamente, un tercio de su tiempo de trabajo está parada, según confirman en la compañía. La planta de Sestao (Vizcaya) está también detenida por su ciclo de trabajo con la previsión de arrancar el día 13. «En estos momentos es insostenible mantener la producción», explican fuentes de la empresa. El mismo motivo que ha llevado a la fundición de aluminio Alumalsa, con sede en Zaragoza, y parte de la canadiense Linamar, a anunciar la paralización durante una semana de su actividad desde el 17 de marzo. Por ello, tramita un ERTE para sus 350 empleados.

Paro nacional de los transportistas

La factura energética es más que un dolor de cabeza para las industrias electrointensivas (metalurgia, química, siderurgia, gasística). El director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), Fernando Soto, reconoce que el conflicto en Ucrania «supone precios eléctricos en marzo superiores a los 5

40 euros/MWh, con horas a 700 euros /Mwh» y propone «medidas de urgencia» como una exención del 80% al peaje del transporte eléctrico.

A al espiral de ERTE y parones de actividad se ha sumado Cementos Portland, que parará todos sus hornos en las seis fábricas que tiene en España, localizadas Cataluña, Navarra, Cantabria, Madrid, Castilla y León y Andalucía. Esta medida se mantendrá hasta que los precios de la electricidad no vuelvan a estar en 200 euros o menos por megavatio (MW). Afectará a casi 1.000 trabajadores, informa María Jesús Pereira.

Los precios históricos del combustible han colocado contra las cuerdas al sector del transporte de mercancías por carretera, con casi 130.000 pymes en su seno. Esta actividad, que da empleo a 1,5 millones de personas, ha convocado un paro nacional a partir del 14 de marzo. El presidente de la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte, Miguel Hernández, exige que se introduzcan cambios legales para que «no se pueda contratar por debajo de costes» y lamenta que no puedan repercutir sobre los grandes operadores el incremento de costes. Sobre todo, el relacionado con los combustibles. «O esto se arregla o no hay manera de poner en marcha los camiones», concluye.

Este encarecimiento del combustible ha hecho mella en el sector pesquero. Los barcos de cerco de Barbate decidieron ayer permanecer en puerto hasta que alguna administración les ofrezca alternativas. Diez barcos de la localidad han iniciado un paro indefinido por los elevados precios del gasoil.

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