El 'think tank' de CEOE advierte de que la subida de impuestos del Gobierno costará un millón de empleos


Pretender cerrar la brecha de ingresos sobre el PIB que separa a día de hoy a España de la media europea a golpe de subidas de impuestos como pretende el Gobierno tendrá efectos demoledores a medio y largo plazo sobre la economía y sobre la creación de empleo. Ésa es la advertencia que lanzó ayer el Instituto de Estudios Económicos (IEE), el laboratorio de ideas vinculado a la CEOE, en la presentación de su Libro Blanco de medidas para la reforma fiscal, para el que ha contado con la colaboración de 60 fiscalistas de reconocido prestigio.

Puesto en cifras contantes y sonantes, el IEE, que se ha destacado por ser la institución más precisa a la hora de prever la evolución del PIB durante la pandemia, estima que una subida de la presión fiscal de tres puntos de PIB como la que se necesita para cerrar el ‘gap’ con Europa a base de medidas fiscales tendría un impacto de cinco puntos de PIB sobre el crecimiento y se llevaría por delante nada menos que un millón de puestos de trabajo.

Este impacto negativo que la institución augura con carácter general si el Ejecutivo concreta su plan de subidas de impuestos también lo extiende a medidas particulares como la célebre idea de armonizar los impuestos de las comunidades autónomas. El IEE calcula que la abolición por ley de los beneficios fiscales en el Impuesto de Patrimonio y en los de Sucesiones y Donaciones que existen en comunidades autónomas como Madrid, Andalucía u otras restaría un punto de PIB al potencial de crecimiento de la economía española y hasta dos puntos a la capacidad de la madrileña.

El director general del IEE, Gregorio Izquierdo, sostiene que la subida de impuestos planteada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez sería singularmente perjudicial en el actual contexto de recuperación, ya que el potencial de crecimiento que se puede perder es mayor. «Los datos que estamos conociendo indican que la economía española se está recuperando de forma más lenta que otras economías europeas y la política de subidas de impuestos que se está ejecutando desde el Gobierno es una de las principales explicaciones de lo que está ocurriendo. Mientras otros países europeos han bajado los impuestos para permitir a sus contribuyentes y empresas adaptarse a la crisis, aquí se han subido tres puntos de PIB. Esa mayor presión fiscal está detrás de nuestro diferencial de crecimiento».

Tipo máximo de imposición

Mientras el Gobierno maniobra para establecer tipos mínimos en los impuestos, como ha hecho ya con el 15% en el Impuesto de Sociedades y como pretende hacer con la imposición patrimonial autonómica (Patrimonio, Sucesiones y Donaciones), el Libro Blanco del IEE aboga por establecer un tipo máximo del 50% sobre la imposición individual, de modo que Hacienda no se pueda quedar con más de la mitad de las rentas que genera un contribuyente, incluido su patrimonio, en un año concreto.

La medida supondría trasladar a España una regla que ya rige en Alemania –de hecho fue la que forzó la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio en el país– o en Francia, aunque en este caso el límite se eleva al 70%. En España hay un límite conjunto del 60% para la imposición por IRPF y Patrimonio, pero no opera como tal porque la reducción a realizar en Patrimonio está topada para que se pague al menos el 20% de la cuota. «Esto puede hacer que en algunos casos se pague el 80%, el 90% o hasta más del 100% de la renta anual, lo que es confiscatorio», advierte Izquierdo.

La propuesta del Instituto de Estudios Económicos parte de que cualquier modificación que se pretenda introducir en el marco fiscal debe partir «del diagnóstico adecuado de la situación de partida, del análisis comparado e identificación de las mejores prácticas y de una evaluación de los efectos sobre la actividad y el empleo de las alternativas planteadas» y de que el objetivo de cualquier reforma fiscal no debe ser aumentar la recaudación sino «mejorar su eficiencia y competitividad».

Para lograrlo, el Libro Blanco del IEE no sólo plantea establecer un límite máximo a los impuestos que se pueden cobrar a los individuos, sino que plantea rebajar las cargas fiscales a las empresas tanto por cotizaciones sociales, donde según el instituto las empresas españolas pagan diez puntos más que sus competidoras europeas, como por el Impuesto de Sociedades, permitiendo compensar bases imponibles negativas y otros gastos.

En este sentido, también insta al Gobierno a echar el freno con la fiscalidad verde para no desplegarla única y exclusivamente para conseguir más ingresos sino para conseguir los objetivos de reducción de emisiones contaminantes que deben ser su objetivo.

El ‘think tank’ vinculado a CEOE aboga, asimismo, por enfocar el proceso de consolidación fiscal desde la perspectiva del recorte del gasto y no desde el de las subidas de impuestos, que afectan más a la economía.

Source: Noticias

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