Los accionistas de Bayer se querellan contra la empresa por la adquisición de Monsanto en 2016
La química alemana Bayer se enfrentará en 2022 a otra demanda de miles de millones de dólares en relación con la adquisición de Monsanto en 2016, esta vez presentada por sus propios accionistas. Tal y como ha anunciado el bufete de abogados Tilp, el Tribunal Regional de Colonia ha concedido la solicitud para iniciar un procedimiento y Bayer será acusada de errores graves en su comunicación y negligencia en su información con respecto a los riesgos que suponía el asunto del glifosato en la adquisición de Monsanto. Los inversores se consideran engañados por el grupo sobre los riesgos económicos asumidos. «En el período entre el anuncio de la primera sentencia relacionada con el glifosato, en el caso de Dewayne Johnson el 10 de agosto de 2018, y la segunda sentencia en el caso de Edwin Hardeman, el 28 de marzo de 2019, las acciones de Bayer cayeron de más de 93 euros a alrededor de 56 euros y, por tanto, casi un 40%», explica el abogado de Tilp, Axel Wegner. Según el bufete, los inversores que adquirieron sus acciones entre el 14 de septiembre de 2016 y el 19 de marzo de 2019 pueden presentar reclamaciones contra Bayer hasta finales de 2021, después de lo cual finaliza el plazo de prescripción. Una declaración anterior de su difunto socio Andreas Tilp sugirió que las reclamaciones contra Bayer en esta demanda podrían ascender hasta los 1.500 millones de euros. Esta querella se suma a la presentada por el bufete de abogados estadounidense Hausfeld, que también está demandando 37 millones de euros para un grupo de inversores en Colonia.
«Consideramos que las demandas por una comunicación del mercado de capitales supuestamente incorrecta en relación con la adquisición de Monsanto son infundadas», ha dicho un portavoz de Bayer tras el anuncio de la querella. Asegura que la empresa cumplió con la ley y con sus obligaciones de publicación y recuerda que , después de que el accionista y ex director de la compañía de fondos DWS, Christian Strenger, acusara al grupo de que el Consejo de Administración no había examinado adecuadamente la adquisición de Monsanto, Bayer encargó una auditoría especial voluntaria e independiente en febrero de 2020. El auditor llegó a la conclusión de que las directrices internas de Bayer y los requisitos de diligencia debida eran adecuados. La empresa argumenta que el consejo de administración actuó de manera diligente con la adquisición. «Nos defenderemos en consecuencia en el proceso», ha hecho saber Bayer, que todavía no ha sido notificada acerca de la decisión del Tribunal Regional de Colonia. Pero los mercados sí se han dado por enterados y el precio de las acciones de Bayer ha caído un 1% adicional tras la noticia. Con una capitalización de mercado de casi 45.000 millones de euros, la empresa vale ahora mucho menos en bolsa de lo que pagó por Monsanto.
Lo cierto es que la querella llega cuando Bayer acaba de disfrutar de su primera victoria en los tribunales por el glifosato, después de reiterados fracasos. Un jurado de California ha dictaminado que el uso del herbicida Roundup no originó el linfoma de la demandante y ha absuelto a la empresa, una sentencia que refuerza la petición que la empresa ha presentado ante el Tribunal Supremos de EE:UU. De la reversión de las indemnizaciones. Bayer fue condenada en julio de 2020 a pagar 11.000 millones de dólares en indemnizaciones a 30.000 demandantes en EE.UU., con lo que zanjaría el 75% de las quejas, y tiene provisionados 12.800 millones de euros para posibles indemnizaciones que quedarían liberados de obtener una repuesta positiva.
Dese que completó la compra de Monsando, en el verano de 2018, Bayer ha perdido más de la mitad de su valor en bolsa y sus dificultades han forzado que quede relativamente fuera de la carrera por las vacunas contra el coronavirus, que ha marcado el futuro del sector. Finalmente, Bayer ha cancelado su contrato con la alemana Curevac, por el que ambas se asociaban para producir una malograda vacuna de ARNm, después de que la biotecnológica participada por Bill Gates fracasase en el desarrollo y decidiese centrarse en una vacuna de segunda generación junto a GSK.