Negacionismo 'boomer'


Seguro que el ministro Escrivá, que es un ‘boomer’ (nació en en el año 1960), se ha llevado un rapapolvo por decir la verdad cuando no tocaba. «Los baby ‘boomers’ podrán elegir entre un ajuste pequeño en su pensión o podrán trabajar algo más», dijo el mismo día que Sánchez sacaba pecho sobre el pacto en torno a la parte fácil de la reforma de las pensiones (reajustar su valor con el IPC y aplazar los sacrificios hasta que le toque a otros). Pero, ojo a la rectificación del ministro («no tuve el mejor día»): lo malo fue el día, no lo dicho.

Como decía el sábado el director de ABC, «Escrivá no mentía». Y resumía con acierto los temores de los ‘boomer’: si las cosas se hacen bien, su pensión será peor que las de ahora, y si se hacen mal o no se hacen, corren peligro cierto. Entre las cosas que se están haciendo mal, una importante es que no se estimula que los españoles puedan ahorrar para jubilar al margen de la Seguridad Social sin ser saqueados por la falta de competencia o la inseguridad jurídica. Escrivá ha permitido que el tope deducible en el IRPF baje hasta 2.000 euros basándose en un informe de la AIReF (que él presidía) que señalaba las imperfecciones del sistema, pero que no sostenía que el ahorro al margen de la Seguridad Social fuera indeseable. Ahora mismo, prácticamente no hay estímulo público alguno para que las personas ahorren a largo plazo.

El fin de semana se hizo viral en la red social Twitter el vídeo de un camionero antifascista cuyo nombre es @bulldog_punk en el que afirmaba que él se había pagado su pensión porque lleva cotizando desde los 16 años y criticaba que los políticos «estén 40 o 35 años jugando con nuestro dinero y después digan que no hay gente para pagarnos». El vídeo era una mezcla de errores conceptuales y justa indignación que nos enfrenta a la dura realidad: la gran mayoría de las personas no sabe cómo funciona nuestro sistema. De hecho, todavía hay personas en España que siguen pensando que la Sanidad se paga con las cuotas a la Seguridad Social, cosa que dejó de ocurrir en 1999.

Lo primero que @bulldog_punk tiene que saber es que su cotización ha pagado las pensiones de la democracia (incluida la de su padre que, probablemente, superó en coste a todo lo que cotizó en su vida). Por lo tanto, su aportación es dinero que ya no existe, un mero apunte contable, una factura por cobrar en el futuro. Aquí el problema no es sólo que la generación ‘boomer’ sea demasiado «ancha», como dice Escrivá, es que además el sistema ha sido muy generoso centrifugando el riesgo moral de las generaciones anteriores que aportaron menos (como nos lo ha recordado siempre Bruselas). Ahora, cuando debe resarcirse a los que sí han cotizado mucho, el Estado se encuentra con los bolsillos semivacíos. jmuller@abc.es

Source: Noticias

GrupoUnetcom