Diagnóstico correcto, terapia equivocada
Es muy fácil estar de acuerdo con la vicepresidenta y ministra de Trabajo cuando emite el diagnóstico de la situación del mercado laboral. Tenemos un problema de cantidad, ya que creamos muchos menos puestos de trabajo de los que necesitamos, y otro de calidad, pues la temporalidad alcanza valores inasumibles que complican la adecuada formación de las plantillas, entorpecen la adquisición y el aprovechamiento de la experiencia e introduce inquietud y desasosiego en las personas afectadas. La terrible dualidad entre fijos y temporales complica también la acción sindical y crea situaciones de desajuste e, incluso, de injusticia manifiesta. Se equivoca quien piense que a los empresarios les encanta la situación y que la buscan para favorecer sus intereses.
En donde es… Ver Más