Hacienda recupera 674 millones del fraude informático desde 2012


El fuerte incremento de las actuaciones inspectoras de la Agencia Tributaria (AEAT) contra operativas de fraude informáticos, como el llamado «software de doble uso» para llevar una contabilidad «B» en las empresas, ha permitido la recuperación de cuotas por un importe conjunto de más 674 millones de euros entre 2012 y 2015. Según ha podido saber LA RAZÓN de fuentes cercanas al organismo que dirige Santiago Menéndez, en esos cuatro años la institución ha levantado un total de 9.060 actas de inspección, y el aumento más fuerte se produjo durante el pasado ejercicio 2015.

Las 1.630 actuaciones realizadas por las Unidades de Auditoría Informática (UAI) el año pasado representan un incremento de más del 80% frente a las menos de 900 que fueron efectuadas en 2012, según informan las mismas fuentes. Fruto de esta fuerte alza de las inspecciones, con hasta cuatro grandes operaciones sectoriales, durante 2015 las cuotas tributarias descubiertas alcanzaron los 289 millones de euros. Esta cifra supone casi el 43% del capital descubierto durante todo el periodo analizado (2012-2015) y es 8,5 veces superior al logrado en 2012, según informan las mismas fuentes.

Desde diciembre del 2014, el departamento de investigación de delitos informáticos de la AEAT ha iniciado más de 95 actuaciones inspectoras mediante personación en los locales donde se desarrollaban las actividades económicas, mientras que el año pasado, la AEAT lanzó un nuevo tipo de «actuaciones coordinadas a nivel sectorial, con una combinación de actuaciones presenciales con autorización judicial, actuaciones sectoriales ordinarias y visitas domiciliarias» a las sedes de las empresas.

En este contexto, el organismo presidido por el secretario de Estado de Hacienda en funciones, Miguel Ferre, destaca la «implicación» de los juzgados de lo contencioso «a la hora de facilitar este tipo de operaciones».

El incremento de las actuaciones de la AEAT sobre los delitos informáticos ha provocado, además, un «efecto inducido» en la actividad económica en los distintos sectores analizados. Las mismas fuentes apuntan que, «en algún caso recientemente analizado», las sociedades inspeccionadas mejoraron «en más de un 30%» sus liquidaciones del Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA) y de Sociedades. Es decir, que además de descubrir cuotas por ingresos no declarados, la amenaza inspectora ha provocado que las compañías declaren más ingresos a la Hacienda pública, por lo que voluntariamente pagaron más cuotas tributarias por temor a una inspección.

«El fin último de estas medidas, con independencia de las propias regularizaciones que se llevan a cabo, se encontraría en el incremento del cumplimiento voluntario por las empresas, utilizando el procedimiento inspector como medida última ante aquellas situaciones en las que se pone de manifiesto un claro incumplimiento de las obligaciones tributarias», apunta la AEAT.

A nivel sectorial, y sobre algunos grupos homogéneos de contribuyentes, la AEAT desarrolla y planifica actualmente «varias operaciones coordinadas» con un «alcance más amplio (sectores completos)». Entre 2013 y 2015, estas actuaciones han implicado, de manera acumulada, la realización de 145 comprobaciones, afectando a 195 locales y con las participación de 440 funcionarios de la Agencia.

El organismo también ultima el «refuerzo del personal adscrito a las Unidades de Auditoría Informática (UAI) con la participación de funcionarios pertenecientes a los cuerpos especializados en sistemas de información que prestan servicio en el Departamento de Informática», afirman las mismas fuentes. Con este movimiento, la institución pretende «afrontar un mayor número de casos» con las UAI, así como «lograr una mejora en su capacidad de análisis» en áreas como «el software de ocultación de ventas», la «detección en la web de operaciones fraudulentas» o el «desarrollo de software de características forenses adaptado a las necesidades específicas de la revisión contable y fiscal».

Entre las grandes actuaciones contra los delitos informáticos por parte de la Agencia destacan operaciones sobre el sector de la restauración como «Lechazo» (diciembre de 2013) o «Pasta Fresca» diciembre de 2014. En la segunda, los funcionarios de la AEAT investigaron de forma coodinada hasta 15 restaurantes de una cadena de franquicias de comida italiana, en los que irrumpieron a la vez para detectar operaciones de ocultación de ingresos con el llamado «software de doble uso».

El sector textil tampoco se ha librado de la lupa de la AEAT, que en junio de 2014 lanzó la operación «Scarpe» sobre tiendas de calzado y ropa. En concreto, funcionarios del organismo inspeccionaron 29 tiendas de distribución de estos productos.

En marzo de 2015, los inspectores lanzaron la operación «White» contra el fraude en la venta mayorista de pescado en Mercabarna, que afectó a 20 sociedades. Tres meses después, en junio, «Ballesta» provocó la inspección de 45 empresas de desguace, mientras que en «Pompeya» se investigaron 14 clubes de alterne.

En la operación «Inca», 20 empresas de compraventa de metales preciosos pasaron por la «lupa de la AEAT. La más reciente, «Presunto», afectó el pasado mes de febrero a 73 empresas del sector cárnico.

Source: The PPP Economy

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