Deliveroo saldrá a Bolsa con un precio más bajo del previsto debido a la volatilidad del mercado
La inestabilidad del mercado en el sector tecnológico, sobre todo en Estados Unidos y Reino Unido, y las dudas de algunos inversores sobre el modelo laboral de Deliveroo, han provocado que la empresa británica vaya a salir este miércoles a Bolsa con un precio menor al previsto. Y es que aunque la pandemia ha supuesto un varapalo para muchísimos negocios, hay empresas, como Deliveroo, que se han visto beneficiadas con las restricciones. En su caso, el hecho de que los restaurantes en Reino Unido lleven semanas cerrados debido al tercer confinamiento en un año pero con permiso para ofrecer comida a domicilio, ha permitido mantener a flote muchas empresas de restauración y a la vez democratizar el uso de esta plataforma por parte de los usuarios, confinados en sus hogares.
En un comunicado, la compañía, fundada en el 2013, explicó que aunque esperaba que su valor fuera de hasta 8,8 mil millones de libras, finalmente oscilará entre los 7,6 y los 7,85 mil millones de libras, con un rango de precios de entre 3,90 y 4,10 libras esterlinas por acción, y no entre las 3,90 y 4,60 libras previstas inicialmente. Un portavoz indicó que «Deliveroo ha recibido una gran demanda de instituciones de todo el mundo y la operación quedará cubierta varias veces con este rango de precios” y detalló que la operación está «liderada por tres inversores clave muy relevantes». Además, «dada la volatilidad de las condiciones del mercado global para las OPV, Deliveroo está eligiendo un precio responsable dentro del rango inicial y en un punto de entrada que maximiza el valor a largo plazo para nuestros nuevos inversores institucionales y minoristas».
Y pese a que esta podría convertiste en la mayor salida a bolsa en Reino Unido en la última década, un impulso necesario para la City londinense tras ser desbancada por Ámsterdam como la principal bolsa europea, lo cierto es que algunos inversores han expresado sus preocupaciones sobre el modelo de la empresa, que pone en la mira los derechos de los trabajadores tal y como sucedió recientemente con Uber, así como las dudas sobre su regulación. Los ciclistas de Deliveroo, unos 100.000 en 800 ciudades del mundo, son trabajadores autónomos que ganan por comisión, lo que significa que no tienen un salario mínimo pagado por la empresa ni derecho a vacaciones pagadas o a bajas por enfermedad. Si, como sucedió con Uber, se produjera un cambio en la legislación en este sentido, eso supondría un riesgo para los inversores, algo que podría suceder si prospera la demanda en su contra del Sindicato de Trabajadores Independientes, que asevera que algunos repartidores en el norte de Inglaterra están ganando salarios tan bajos como de dos libras la hora.
Otra preocupación es la estructura de acciones propuesta, que permitirá que el co-fundador y CEO, William Shu, tenga en la práctica el control de la compañía al contar con 20 votos por acción y no solo uno como los demás inversores. Algunos pesos pesados que se quedaron fuera son Aberdeen Standard Life, Aviva, Legal & General Investment Management y M&G. Por otro lado, hay quienes se preguntan si el crecimiento de Deliveroo podrá mantenerse una vez que los locales de restauración abran sus puertas.
Esta semana, el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, calificó la incursión de la empresa en bolsa como una «verdadera historia de éxito tecnológico británico», y aseguró que espera que esto deje listo el escenario para más más salidas a bolsa de empresas de tecnología de rápido crecimiento.