Ningún país ha entregado aún los planes para acceder a los fondos UE
La Comisión Europea asegura que el fondo de recuperación pos-Covid entrará en vigor según lo planeado a mitad de año, a pesar de la multiplicación de señales que advierten de la posibilidad de que haya nuevos retrasos. «Seguimos convencidos de que el plan de recuperación se lanzará según lo planeado y nuestro objetivo sigue siendo concluir el proceso de ratificación para finales del segundo trimestre», dijo ayer la portavoz de la Comisión.
La pregunta estaba relacionada con la decisión del Tribunal Constitucional alemán de suspender el proceso de ratificación del instrumento jurídico que va a permitir a la Comisión Europea endeudarse para pedir los 750.000 millones de euros con el que facilitar créditos y subvenciones a los países más afectados por los efectos de la pandemia. Hasta el momento, lo han ratificado 16 países, entre ellos Francia, Italia y España. El Parlamento alemán ya ha dado su visto bueno pero el viernes el Tribunal Constitucional de este país suspendió el proceso hasta resolver las dudas sobre la legalidad del mecanismo. Hasta que todos los países miembros hayan ratificado este paquete legal, la Comisión no puede acudir a los mercados financieros.
Pero es que además del retraso en la tramitación del mecanismo legal para dotarse de financiación, la Comisión también reconoce que a estas alturas todavía no ha habido ningún país que le haya presentado su plan de reformas para invertir ese dinero. Esos planes han de estar terminados antes del 15 de abril para ser presentados en Bruselas antes de final de mes. Aunque la Comisión ha sido siempre muy optimista respecto a la gestión de gobiernos como el español, que es uno de los países más afectados, las cosas no están del todo claras en algunos de los aspectos que van a decantar la decisión de ser aprobados o no por los socios europeos y que son las reformas de las pensiones y del mercado laboral.
Avisos del gobernador
En España, e incluso contando con la llegada a tiempo de los fondos europeos, las reformas tendrán que llegar. Así lo advirtió ayer el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que remarcó que el maná europeo no puede ser un «sustitutivo de las necesarias reformas estructurales» que el país debe poner en marcha para elevar su crecimiento potencial.
De Cos, durante su intervención en los Desayunos Informativos de EP, explicó que, cuando lleguen, los fondos europeos, tanto por su elevado volumen de 140.000 millones de euros como por su destino a proyectos transformadores, son una herramienta «de enorme utilidad» para que el país recupere la senda del crecimiento, pero matizó que no son una sustitución de las reformas que habrán de acometerse en nuestro país.
Además, en plena polémica por la distribución de las ayudas directas, De Cos apuntó que el apoyo en esta fase debe focalizarse en las empresas y grupos poblacionales «más afectados», y especialmente en las empresas «viables» que, dada la magnitud y la duración de la crisis, han visto deteriorada su solvencia. Las palabras del gobernador llegan cuando aún resuenan las críticas de Madrid y otras comunidades autónomas por los criterios de reparto establecidos por el Gobierno para distribuir las ayudas directas.
La Comisión tampoco ha logrado definir todavía los parámetros de lo que se puede considerar una «empresa viable» más allá de lo que está previsto en la legislación europea sobre ayudas de Estado y que se refiere a tiempos de actividad económica más o menos normal, sin tener en cuenta las circunstancias excepcionales de la pandemia.
El gobernador advirtió de que lo que está en juego es de vital importancia. Por ello pidió que el plan de 11.000 millones, que puede resultar una «herramienta útil» precisamente para reducir riesgos, tenga una «ejecución rápida y homogénea», y que los mecanismos de reparto permitan focalizar «selectivamente» las ayudas precisamente en las empresas viables pero con problemas de solvencia. Eso sí, pidió un buen filtro a la hora de adjudicar los fondos.