La precariedad dispara los accidentes laborales: crecen el doble en los temporales
La siniestralidad en el trabajo sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la política nacional, a la que, a tenor de los últimos datos, sigue sin ponérsele coto. Los accidentes laborales mortales bajaron un 17,6% hasta marzo, sumando 140 trabajadores fallecidos, pero, por contra, subieron los graves y los leves. Según datos estadísticos del Ministerio de Trabajo, se habían contabilizado hasta marzo un total de 151.070 accidentes laborales con baja, lo que supone un aumento del 5,9% respecto al número de siniestros del mismo periodo de 2018. Del conjunto de siniestros, 131.074 accidentes se registraron en el lugar de trabajo y 19.996 fueron siniestros in itínere (los que se producen en el trayecto de casa al trabajo y viceversa). Los primeros aumentaron un 7,2%, mientras que los segundos descendieron un 1,5% respecto al mismo periodo del año pasado. Los accidentes leves con baja en el puesto de trabajo sumaron 129.974 hasta marzo, un 19,3% menos, y los graves alcanzaron los 991, un 8,9% más que un año antes. En el caso de los siniestros in itínere se registraron 19.735 accidentes de carácter leve (-1,4%) y 230 de gravedad (-3,4%).
Según denuncia Comisiones Obreras (CC OO) en un informe sobre salud laboral, la siniestralidad laboral no ha parado de crecer desde 2012. El año pasado se cerró con una media de 152 accidentes cada hora, que sumaron 1,33 millones hasta diciembre. El sindicato culpa directamente de ello a la precariedad laboral y a la debilidad del sistema preventivo español derivado de la reforma laboral de 2012. Sus datos elevan un 12,8% los accidentes en jornada y un 5,7% los in itínere durante los últimos seis años.
Para CC OO, la precariedad laboral por el aumento de los contratos temporales sobre los indefinidos ha llevado a duplicar la siniestralidad entre unos y otros. Así, mientras los accidentes entre los indefinidos han aumentado un 6%, entre los temporales lo ha hecho un 12%. La construcción repite como el sector más castigado, con un aumento del 22,9%, seguido del agrario (19,8%), la industria (16,7%) y el de servicios (10,5%). El perfil tipo del trabajador con mayor porcentaje de siniestralidad es el de un hombre, menor de 35 años, con contrato temporal, joven, inmigrante y con un trabajo de poca cualificación.
Ya con datos oficiales de 2019, se alumbran datos positivos, al contabilizar una menor mortalidad laboral. El Ministerio ha modificado la definición de accidente mortal, de forma que se incluyen en ella todos los fallecimientos a consecuencia de un accidente de trabajo en el plazo de un año desde la fecha del siniestro, con independencia de la gravedad inicial. Ello ha podido influir en el resultado final. Un total de 140 trabajadores fallecieron en los tres primeros meses del año, 30 menos que en el mismo periodo de 2018, lo que implica un descenso en valores relativos del 17,6%. De estos fallecimientos, 109 se produjeron durante la jornada de trabajo, 26 menos que hasta marzo de 2018, lo que supone un descenso porcentual del 19,3%. Los 31 accidentes mortales restantes registrados en los tres primeros meses del año fueron siniestros in itínere, cuatro menos que en igual mes del año pasado (-11,4%).
Source: The PPP Economy