La guerra de los diésel causa los primeros despidos


Los fuertes descensos en las ventas de los vehículos diésel ya están comenzando a pasar factura en la industria española del motor, donde hay varias marcas que han anunciado recortes en su plantilla o se plantean hacerlo a medio o largo plazo. La primera que ha concretado una reducción de puestos de trabajo ha sido la factoría de Nissan en Barcelona, que hace dos semanas anunció oficialmente un ajuste de personal de 600 personas para compensar las mercas de producción. Pero se sospecha que este ejemplo puede repetirse en otras factorías como Ford, Opel y Mercedes, o en forma de bajas temporales para ajustar la producción.

Todo comenzó el 11 de julio del pasado año, cuando la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció en los pasillos del Congreso que “los motores diésel tienen los días contados”. Unas palabras que sembraron la incertidumbre entre miles de compradores de automóviles que frenaron sus intenciones y la consecuencia de ello fue el desplome de las ventas de coches con esta motorización. Algo especialmente grave en un país como España, en el que la producción de las plantas de automóviles es mayoritariamente de vehículos diésel.

A raíz de estas declaraciones, el mercado sufre una grave crisis, acentuada por las incertidumbres tanto en la economía europea como en la política nacional. Tanto es así que las ventas de automóviles llevan, desde el pasado septiembre, siete meses seguidos en negativo y las estimaciones auguran otro mes en números rojos, con una caída mínima del 10% respecto a las cifras registradas en el mismo mes del año pasado. Por lo que respecta a los diésel, la situación es aún más preocupante, ya que la demanda, literalmente, se ha desplomado.

En efecto, sólo hay que remontarse a finales de 2015 para ver que este tipo de combustible representaba el 63% de las ventas y cerró el pasado ejercicio con sólo el 36,15%, la proporción más baja de este siglo. Y la tendencia sigue en descenso, ya que en marzo su cuota de mercado se situó por debajo del 30%. En seis de las veinte marcas más vendidas en España los diésel no llegan al 25%. Toyota, Fiat, Opel, Hyundai, Mazda y Seat son las marcas con menos peso de coches de gasóleo en el conjunto de sus matriculaciones. En la parte contraria, Audi, Mercedes, BMW y Volvo son las que más peso tienen en diésel ya que, en motores de alta cilindrada, resulta claramente más rentable que la gasolina y los nuevos motores diésel contaminan menos.

Source: The PPP Economy

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