CaixaBank cerró 2018 con un 18% más de beneficio que en 2017
CaixaBank cerró 2018 con un beneficio de 1.985 millones de euros, un 17,8 % más que el año anterior, gracias al crecimiento de los ingresos del negocio bancario, la mayor aportación del banco portugués BPI y la reducción de las dotaciones.
La entidad, que recientemente presentó su plan estratégico para el período 2019-2021, vendió en el último año su negocio inmobiliario, alcanzó una participación del 100% en BPI y acordó desprenderse del 9,36% que mantenía en Repsol.
Durante la presentación de los resultados del ejercicio 2018, realizada en Valencia, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, ha celebrado el refuerzo del liderazgo en su posición de mercado, la reducción de los activos problemáticos y la mejora de la rentabilidad, que ya ha recuperado el nivel adecuado para cubrir el coste del capital registrado por la entidad financiera en el ejercicio 2018.
En un contexto de bajos tipos, el banco ha conseguido aumentar sus ingresos vinculados al negocio bancario, que han sumado 8.217 millones, un 4,2% más, y ha mejorado su rentabilidad hasta el 9,3%. También ha reducido la morosidad, que se sitúa en el 4,7%, y ha aumentado el crédito bruto a la clientela, los recursos de clientes y los recursos en balance. No obstante, los activos bajo gestión se sitúan en 93.951 millones, un 2,7% menos que a cierre de 2017, debido principalmente a la caída de valor del mercado.
Por su parte, el presidente de la entidad financiera, Jordi Gual, ha explicado que la reestructuración de plantilla que se va a acometer, y que afectará al 7% de los trabajadores del banco, es consecuencia del cambio digital que afronta el negocio financiero, que obliga a «repensar» la red de oficinas, optimizando los recursos «para atender mejor a los clientes». Con vistas a asegurar el futuro de los trabajadores, CaixaBank, que planea reducir su plantilla en 2.157 personas, asegura que «se dejará la piel» para alcanzar un acuerdo con los sindicatos, a los que pide el mismo esfuerzo para lograr un objetivo que ha de permitir asegurar el «éxito» futuro de la entidad.
Gual ha recordado que la entidad cuenta con casi 16 millones de clientes en España y Portugal y que el 26,3 % de la población española les ha elegido como banco principal. «Somos el banco líder en la Península Ibérica», remarcó. El directivo repasó también la situación de la economía mundial, europea y española en un entorno marcado por las incertidumbres y los tipos bajos. CaixaBank estima que la economía mundial crecerá un 3,4 % en 2019, tras hacerlo un 3,7 % en 2018, y apunta que las incertidumbres estarán focalizadas en el Brexit, la política fiscal italiana y las tensiones comerciales entre Estado Unidos y China.
Por su parte, las economías española y portuguesa mantuvieron ritmos de crecimiento notables en 2018 (un 2,5 y un 2,1 %, respectivamente), y la previsión para 2019 es que crezcan un 2,1 y un 1,8%. «Aunque en 2019 la desaceleración continúa, estos países tendrán registros superiores a la mayoría de economías avanzadas», afirmó Gual, que cree que la clave del buen comportamiento de estas dos economías será que la demanda interna «mantendrá un buen tono». Ha señalado, no obstante, que España y Portugal tienen que afrontar también algunos retos pendientes, como reducir la deuda pública o avanzar en una agenda económica que promueva el crecimiento equilibrado e inclusivo y que mantenga la competitividad.
Source: The PPP Economy