
Todo buen packaging comienza con una buena etiqueta
Cada producto que sale al mercado debe llevar una etiqueta adherida que tendrá un formato u otro en función del propio producto. Esta obligatoriedad viene de que se debe informar al cliente a través de algún medio sobre diferentes datos del producto que va a consumir, ya sean: ingredientes, composición, talla o fabricación.
Existe en España una normativa legal por la cual fábricas y empresas tienen la obligación de que todos sus productos lleven una etiqueta informativa. También es una manera de poder comunicarle al cliente, si así lo desea, la intención de la creación, el modo de empleo o el uso que se le puede dar.
Existen empresas que se dedican a la fabricación y la impresión de diferentes formatos de etiquetas, ya sea para marcas o productos. En la actualidad, la etiqueta funge un papel fundamental del producto para fines de mercadotecnia, por ser parte de una imagen que influye en la aceptación y distribución. Una etiqueta en buen estado es fundamental para generar credibilidad, pues conocer de dónde proviene el producto o de qué está compuesto es fundamental para los consumidores.
Gracias a la información que se especifica en las etiquetas, la compra de determinado producto se facilitará, pues un etiquetaje en mal estado o difuso provoca que el posible comprador lo acabe dejando en el estante donde lo encontró.
Source: The PPP Economy