Los controladores vuelven a la carga


Si el verano de 2017 fue complicado en el aeropuerto de El Prat por la huelga de vigilantes de los arcos de seguridad, el de este año podría serlo por los controladores. Y no sólo para Barcelona, sino para el resto de los aeródromos catalanes, los de las Islas Baleares y los del arco mediterráneo. Fuentes del colectivo confirmaron ayer a LA RAZÓN que los controladores del Centro de Control de Barcelona votarán hoy si van a la huelga en verano en protesta por la, a su juicio, escasa plantilla con la que cuentan. Aunque las fechas de los paros están por definir, en ningún caso serían antes del mes de junio.

Los controladores llevan semanas advirtiendo de que su plantilla en Cataluña es insuficiente y que, ante el pico de actividad que se da en verano, podría producirse un «colapso» aéreo en la zona. Para paliar esta escasez, aseguran que están teniendo que hacer de forma generalizada turnos extraordinarios. Por norma, los controladores trabajan cinco días y descansan tres. Sin embargo, la secuencia de seis jornadas de trabajo y dos de descanso, que debía ser excepcional, «se está convirtiendo en habitual porque falta personal. Desde 2014, estos turnos se han disparado más de un 300%, lo que demuestra la falta de personal», explican fuentes del colectivo.

Más tráfico

A la escasez de controladores se suma, según el colectivo, el incremento del tráfico que mes a mes están registrando los aeropuertos, lo que incrementa su carga de trabajo. Hasta marzo, en el caso de los aeropuertos catalanes, el número de viajeros se incrementó un 9,4% en El Prat y un 7,8% en Gerona, según los datos de Aena. El aumento de trabajo aseguran que les impide cumplir la norma de descanso de un 25% de su jornada laboral, lo que genera más fatiga en un colectivo cada vez más envejecido.

Los controladores calculan que la plantilla de Cataluña, que cuenta ahora con 392 efectivos, necesitaría 50 más para absorber los crecimientos de tráfico que se están dando. Enaire, la compañía pública que gestiona el espacio aéreo, aseguró el miércoles que reforzará con 58 nuevos controladores los centros de la comunidad. Según sus cifras, el Aeropuerto de El Prat contará con 14 nuevos controladores plenamente operativos y habilitados, lo que incrementará la plantilla un 21%. En el caso del Centro de Control de Barcelona, prevé un incremento neto del 2,3%, al incorporar siete profesionales más. Los sindicatos, sin embargo, discrepan de estas cifras. Según sus cálculos, y debido a las salidas, la plantilla de El Prat sólo se incrementará en tres efectivos y el Centro de Control, en uno. «Nos alegramos de que se esté incrementando la plantilla, pero lo cierto es que aunque a largo plazo la situación se puede resolver, a corto plazo no hay solución», lamentan los consultados. En los últimos tres años, se han autorizado 370 nuevas plazas de controladores, si se cuentan las incluidas en los Presupuestos de este año. De ellas, 106 corresponden a 2015 y 2016; 130 a 2017 y 134 a las de este ejercicio. Hasta agosto, Enaire prevé que se incorporen 109 nuevos controladores. La plantilla cuenta en este momento con 1.745 efectivos.

De llevarse a cabo una huelga en el Centro de Control de Barcelona, los efectos se dejarían sentir en todo el arco mediterráneo. En algún momento, todos los vuelos de los aeropuertos de Cataluña, las Islas Baleares y Levante son monitorizados por esta instalación, lo que trasladaría más allá de Barcelona los problemas de posibles retrasos o cancelaciones que ocasionarían los paros.

Canarias y Palma

Cataluña no es la única comunidad en la que los controladores aseguran que hay escasez de efectivos. También advierten de que, ante los fuertes repuntes de tráfico que se producen en época estival, pueden darse problemas en los aeropuertos de Canarias –Gran Canaria, Tenerife Sur, Tenerife Norte, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera y el Hierro– y de Palma de Mallorca. En el caso de los primeros, el tráfico ya ha repuntado un 7,4% en los tres primeros meses del año. En el balear, el incremento ha sido mayor, del 11,6%. Si se cumplen las previsiones, consideran que será complicado gestionar la programación.

Source: The PPP Economy