España ahorrará hasta 25.800 millones si el crudo cae a 10 dólares


Si hace año y medio, cuando el barril de crudo Brent cotizaba a 114 dólares, algún analista hubiese insinuado la posibilidad de que su precio podría caer a corto plazo hasta los 10 dólares, probablemente le hubiesen tachado de lunático. Ahora, algunos expertos han puesto tal posibilidad encima de la mesa sin que haya causado perplejidad. El banco británico Standard Chatered fue el encargado en un reciente análisis conocido el lunes de avanzar que el precio del crudo podría desplomarse hasta ese nivel este año. En su opinión, dado que lo que está ocasionando las fuertes fluctuaciones del oro negro tiene que ver con las oscilaciones de otros activos como el dólar o los mercados de capitales, «pensamos que los precios podrían caer hasta los 10 dólares el barril antes de que la mayoría de los gestores admita que han ido demasiado lejos».

Si tal hipótesis se cumpliera, la economía de España saldría muy beneficiada. El país importa diariamente entre 1,2 y 1,4 millones de barriles de petróleo, el 99% de lo que consume. En el Programa de Estabilidad para el periodo 2015-2020 remitido a Bruselas, el Gobierno pronostica para este ejercicio un precio medio del barril de 68,8 dólares. A esos niveles, la compra de 1,3 millones de barriles le costaría a España unos 32.645 millones de dólares. Sin embargo, si se mantuviera un precio medio de 10 dólares el barril, sólo tendría que desembolsar 4.745 millones de dólares, 27.900 millones menos –25.800 millones de euros–.

Morgan Stanley es más conservador que Standard Chatered y considera que, si se mantiene la apreciación del dólar, el petróleo puede caer hasta los 20 dólares. A ese precio, el aprovisionamiento de un año le costaría a España 9.490 millones de dólares, con lo que se ahorraría 23.100 millones –21.400 millones de euros– con respecto a lo presupuestado por el Gobierno. De mantenerse en el entorno de los precios actuales, 30 dólares, el ahorro alcanzaría los 17.000 millones de euros.

Resulta difícil imaginar que los precios mínimos –no los medios– se mantendrán en los niveles actuales dada la coyuntura existente. Ayer, el Brent continuó perdiendo posiciones y bajó de los 31 dólares, su nivel más bajo desde diciembre de 2003. El barril de crudo de referencia en Europa acumula ya un retroceso del 17,3% en lo que va de año, mientras que en los últimos doce meses la caída acumulada es del 35%. La cotización del West Texas, de referencia en EE UU, también se desplomó por debajo de los 30 dólares en cotización intradía.

OPEP

Al descalabro no es ajeno el petróleo de la OPEP, que ayer bajó hasta los 27 dólares. El cártel de los principales países productores se ha mostrado hasta ahora reacio a reducir su producción para resolver uno de los problemas que están hundiendo el precio del crudo, la sobreoferta. Arabia Saudí, principal productor mundial y líder de la organización, se niega a ceder cuota de mercado ante la inminente vuelta al panorama internacional de Irán. Tampoco quiere un petróleo alto que haga viables las explotaciones estadounidenses de «fracking». Si la fractura hidráulica triunfa, EE UU pasará a ser autosuficiente y dejará de importar crudo saudí, algo que no quiere el país árabe. Su decisión en este sentido es férrea, como lo demuestra el hecho de que sus presupuestos están confeccionados con un precio del barril a 27 dólares, aunque ello le suponga tener que asumir un déficit de 87.000 millones de euros. Para combatirlo, su Gobierno anunció un incremento del precio de la gasolina del 50%, hasta los 21 céntimos por litro.

Petición de cumbre

La postura de Arabia, sin embargo, no es compartida por todos los países que integran la organización. Algunos de ellos han solicitado la celebración de una cumbre extraordinaria para abordar la situación ante el quebranto que está suponiendo para sus arcas públicas. Las finanzas de países como Venezuela o Nigeria son altamente dependientes de los ingresos del petróleo y creen que ha llegado el momento de actuar.

Emmanuel Ibe Kachikwu, ministro de Recursos Petroleros nigeriano y presidente de turno de la OPEP, llegó ayer a afirmar en Abu Dabi que habría una cumbre extraordinaria en febrero o marzo para tratar la cuestión. «Hemos dicho que si el barril baja de 35 dólares celebraremos una reunión extraordinaria», aseguró. Sin embargo, horas más tarde, fuentes de la organización aseguraron que sus miembros no se reunirán hasta junio, cuando estaba previsto. Aunque concertaran una acción, la capacidad de influencia de los países de la OPEP se ha reducido notablemente en los últimos años, pues ya sólo controlan entre el 30% y el 35% del mercado mundial.

Source: The PPP Economy

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