2016, un año bursátil para asegurar más que para ganar


Este 2016 que acaba de comenzar se presenta como un ejercicio lleno de incertidumbres para la Bolsa y, especialmente para la española. El dinero es miedoso por naturaleza. Le gusta las certezas. Sin embargo, las dudas que planean sobre los mercados de cara a los próximos 12 meses son muchas, lo que puede espantar a más de un inversor. El año se ha estrenado con nuevos vientos huracanados procedentes de China y otro «bajón» del petróleo. A ello, se une un cambio de sesgo en la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense, que comenzó el pasado mes de diciembre con la primera subida de tasas en casi una década y que, previsiblemente, continuará a lo largo de este año. Y es que aunque la Fed aún no tiene del todo claro el «despegue» de la economía americana, con su decisión, trata de evitar las posibles tensiones inflacionistas que pueden surgir como consecuencia de una tasa de desempleo que se sitúa en el país norteamericano en el entorno de 5%. Reino Unido, y su posible salida del euro, y Grecia, que no ha realizado las reformas exigidas, serán otros de los elementos que alimenten el fuego de la inestabilidad. A estas causas de nerviosismo global, se suma, en el caso de España, la crisis de las economías emergentes, incluida las latinoamericanas, con Brasil a la cabeza –región del mundo de gran exposición para las compañías españolas–, y la inestabilidad política por la que pasa nuestro país. El resultado electoral del pasado 20 de diciembre no contribuye, ni mucho menos, a crear un clima de confianza, tan necesario para atraer la inversión. Todo esto conforma un peligroso cóctel, que hace que nos enfrentemos a un año complicado, incluso tumultuoso, desde el punto de vista de la renta variable. Así lo asegura Enrique Quemada, presidente de One to One Corporate Finance, quien, ante este panorama, recomienda a los inversores apostar más por la seguridad que por la rentabilidad.

Así, el Ibex comienza 2016 como acabó 2015, es decir, con caídas. Y es que en el conjunto del año pasado se dejó 7,15%, convirtiéndose en el peor índice de las principales plazas del Viejo Continente. «El pasado fue un buen año bursátil en general, lo que ocurre es que fue malo para el parqué español, que ha notado, y mucho, la ausencia de inversores institucionales que han preferido colocar su dinero en otros países con un futuro político más claro que el español. Esta inercia va a continuar, el menos, en la primera mitad del año», asegura Javier Urones, analista de XTB.

Lo que esta claro que 2016 no va a ser un buen año para cardíacos. «Con un panorama tan enrarecido tanto a nivel político como macroeconómico, los inversores se deberán acostumbrar a ver unas bolsas muy volátiles a lo largo de este año», afirma Felipe López, analista de Self Trade.

Así, ante tanta incertidubre no es de extrañar que los inversores se pregunten ansiosamente: «¿en qué valores me debo refugiar y de cuáles debo huir?».

Para Felipe, López una buena opción puede ser apostar por compañías defensivas como Endesa, Enagás o Gas Natural, que además de ser menos volátiles que la media, ofrecen una rentabilidad por dividendo muy atractivas.

Enrique Quemada, por su parte, apuesta por valores de sectores regulados, como eléctricas o autopistas, ya que cuentan con una estabilidad mayor que el resto de valores.

Javier Urones augura un buen comportamiento de las acciones con alta exposición a Estados Unidos, o sectores vinculados al área turística, como aerolíneas o cadenas hoteleras, o constructoras con una actividad diversificada en el exterior de España.

En contrapartida, los expertos recomiendan huir de compañías ligadas a materias primas. Asimismo, destacan las difIcultades del sector bancario para generar beneficios en un entorno de tipos de interés bajos.

En definitiva, el inversor debe abrocharse el cinturón porque en 2016 vienen curvas.

Source: The PPP Economy

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