
10.000 millones de euros menos de gasto…
El próximo Gobierno se verá obligado a realizar un ajuste presupuestario superior a los 22.000 millones de euros para alejarse del ojo del huracán y contentar a las autoridades comunitarias. Si bien Bruselas ha abierto el proceso de penalización a España por el desvío del déficit, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, insinuó que nuestro país podía evitar la multa por haber incumplido sus compromisos en caso de ofrecer las alegaciones pertinentes y explicar cómo corregirá los desequilibrios.
La cuantía de la sanción podría elevarse hasta los 2.000 millones de euros y llevar implícita una congelación de los fondos estructurales, pero la Comisión Europea se ha mostrado dispuesta a rebajarla a cambio de una nueva senda de consolidación fiscal que incluya garantías para reducir el déficit. Es decir, quiere más ajustes. O mejor dicho, los exige. Y Luis de Guindos ha reiterado que la multa será de cero euros. Para esquivar la sanción económica, el Gobierno en funciones ya se ha comprometido a contener el nivel de gasto público. En Bruselas consideran que no se han tomado las medidas adecuadas para sanear las cuentas, por lo que los ministros del Ecofin han estrenado con España y Portugal el procedimiento sancionador por el incumplimiento del déficit. Sin embargo, el Pacto de Estabilidad se ha infringido en 120 ocasiones.
Pese a haberse reducido prácticamente a la mitad desde 2011, el déficit fiscal español continúa disparado. Y atajarlo debería constituir una de las máximas prioridades para el futuro Gobierno. Por el momento, y según consta en el documento de alegaciones enviado a la capital belga para evitar la multa, España cerrará los presupuestos de 2016 este mismo mes, si bien lo habitual es demorarlo hasta finales de año. Asimismo, se defiende que una sanción sería «contraproducente» e «incoherente», y se compromete a reducir el déficit público por debajo del 3% el próximo ejercicio mediante la puesta en marcha de una estrategia de gestión que ayudará a frenar el gasto en la segunda mitad del año.
Las últimas cifras de ejecución presupuestaria constatan que el proceso de consolidación para lograr los compromisos adquiridos con Europa no marcha por la senda prevista. El desfase entre ingresos y gastos ya ha alcanzado los objetivos estipulados para todo el año, a pesar de que la economía española se encuentra creciendo a tasas superiores al 3% interanual. Y es que, mientras que a las empresas y a los ciudadanos la hebilla del cinturón prácticamente les ha cortado la circulación de tanto apretársela, las administraciones continúan con la cartera abierta y los bolsillos rotos, sumando gastos considerados por los expertos como superfluos e innecesarios.
En este sentido, el peligro cada vez mayor de un nuevo incumplimiento de los objetivos renegociados para este año –4,5% del PIB en 2016 y 2,9% para 2017–, junto al inicio del expediente sancionador, insta a aprobar cuanto antes un plan ambicioso de ajuste. Y en unas semanas se presentarán dos documentos trascendentales: el «techo de gasto» y el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017.
Source: The PPP Economy