Vuelta de tuerca a la reforma fiscal


El alivio en las nóminas, gracias a la rebaja del IRPF, desahoga a unos contribuyentes que, por momentos, parecían asfixiados. La reforma fiscal ha inyectado dinero en el bolsillo del ciudadano, lo que ha servido para avivar el consumo y mostrar mayor predisposición al gasto. Si bien ha sido atrevida y necesaria, los expertos defienden una vuelta de tuerca que incida, sobre todo, en la fiscalidad autonómica y local. Y es que la maraña de tributos requiere una reorganización.

Las principales ventajas para el contribuyente se basan en la reducción de los tipos impositivos, que no sólo implica que vayamos a pagar menos en la próxima declaración del IRPF, sino que puede apreciarse todos los meses en las nóminas. Santiago Álvarez, profesor titular de Hacienda Pública y vicerrector de planificación económica de la Universidad de Oviedo, sostiene que las medidas aprobadas constituyen únicamente una primera fase de la reforma del sistema impositivo, que debe acompasarse al cumplimiento de los objetivos de déficit y consolidación presupuestaria.

Álvarez cree que el IRPF debería revisarse en profundidad, eliminando beneficios fiscales injustificados, ampliando la base imponible y reduciendo los tramos de la tarifa y los tipos marginales. «Otra cuestión importante es la reforma del tratamiento de la fiscalidad del ahorro. Tendría que avanzarse en la configuración dual del impuesto, de forma que todos los rendimientos del capital, tanto mobiliario como inmobiliario, se incluyeran en la base imponible, que debería gravarse a un tipo fijo y único». Asimismo, Álvarez aboga por suprimir el Impuesto sobre el Patrimonio y por acometer una reforma en profundidad del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. «En el caso del IVA, tendría que eliminarse el sistema simplificado y revisarse la lista de productos gravados con tipos reducidos», agrega.

El vicerrector de planificación económica de la Universidad de Oviedo piensa que la reforma del Impuesto sobre Sociedades ha sido la más amplia y va en esa línea de impulso al crecimiento y la competitividad empresarial, pero defiende que para avanzar en el fomento del ahorro e incrementar la eficiencia de la economía es imprescindible reformar el IRPF y la imposición sobre la riqueza para aumentar la recaudación y distribuir la carga impositiva de forma más equitativa.

Por su parte, Julio Ransés Pérez, inspector de Hacienda del Estado, asegura que una reforma fiscal con mayúsculas debería haber rediseñado el sistema tributario integralmente, analizando los problemas técnico-jurídicos y los efectos prácticos a conseguir, y limitando el fraude. Admite que la rebaja del IRPF supone una apuesta por el crecimiento económico y por la salida de la crisis. No obstante, advierte de que se han eliminado coeficientes de actualización de las inversiones y de que se ha igualado el régimen de las inversiones especulativas al de las de a largo plazo.

Source: The PPP Economy

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