Sánchez ultima la decisión final sobre el salario mínimo tras el enquistamiento de la negociación


La subida del SMI sigue enquistada. La rotunda negativa de los empresarios a acordar una subida del salario mínimo en estos momentos -que no a emprenderla una vez la recuperación ya esté asegurada- ha echado por tierra los planes del Gobierno de arrancar el curso con el anuncio de una gran medida social. Sin próximas convocatorias oficiales ya sobre la mesa, estos días se están manteniendo contactos informales para intentar acercar las posturas aunque, según fuentes presentes en estas conversaciones, con pocos avances hasta la fecha.

Ante este escenario de falta de pacto, las organizaciones sindicales miran al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que sea él quien tome la decisión final sobre el incremento del salario mínimo en 2021. Desde CC.OO. dan por cerradas y finalizadas las negociaciones tras el rechazo de CEOE y se remiten a las declaraciones de Sánchez de la semana pasada sobre una «subida inminente». «Pedro Sánchez se tiene que pronunciar porque es el presidente del Gobierno, no porque tenga que negociar», aseguró hoy el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, en rueda de prensa.

Así, Sordo dejó claro que «la negociación está agotada» y que «la pelota está en el tejado del presidente del Gobierno». Preguntado hoy por la posibilidad de retrasar el alza hasta enero a cambio de una subida mayor para arrancar el acuerdo de la patronal, el líder sindical contestó que esta posibilidad no se ha puesto encima de la mesa. «Me remito a lo que dijo Pedro Sánchez, quien habló de una subida inminente y esto es lo que toca. No contemplamos que no haya una subida del SMI en 2021», argumentó.

Lejos del «habrá subida con o sin acuerdo» que defendía la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en verano, el tono del Gobierno se ha rebajado en pos de encontrar un acuerdo. No en vano, arranca un trimestre clave para España en lo que a negociación colectiva se refiere, con materias decisivas -y muy espinosas- sobre la mesa, como la reforma laboral, el factor de equidad generacional de las pensiones o la prórroga de los ERTE, que se negociará el próximo día 16.

Esta misma mañana, Díaz ha asegurado que «da prioridad» al acuerdo social antes que a las cantidades en las que debería subir el salario mínimo, lo que supone un guiño claro a la orilla empresarial en detrimento de los intereses sindicales, que han asegurado que no aceptarán una subida simbólica. No obstante, la titular de Trabajo reafirmó la intención del Gobierno de ejecutar el incremento de «manera inmediata» aún sin lograr el ansiado consenso.

«Siento mucha tristeza, porque esta mesa podría haber sido una mera consulta y, sin embargo, he querido que hubiera diálogo social y lo ha habido. Pero es verdad que hay una parte que se ha sentado en esa mesa sin negociar, que ha dicho que quiere cero euros, es decir congelar el SMI, y sale de la mesa diciendo que quiere cero euros. Eso no es negociar», criticó la ministra en declaraciones a TVE. Díaz defiende que es «incomprensible» que se diga desde las organizaciones empresariales que ahora «no toca» cuando España se encuentra en una «crisis galopante» y hay que ayudar a los más débiles.

Otros de los grandes puntos de conflicto, el plazo de aplicación de la subida, también parece despejado. Tras el conflicto sobre si sería octubre o el propio septiembre, con un efecto retroactivo, versiones que habían trasladado por un lado la vicepresidenta Calviño y el ministerio de Trabajo por el otro, hoy Díaz ha remarcado que será finalmente octubre. Tras indicar que la subida se producirá, ha dicho que «sin lugar a dudas», en octubre, noviembre y diciembre ya habrá un salario mínimo superior al actual.

Sin cuantía concreta

Por otra parte, Díaz consideró hoy «imprudente» revelar la cantidad que se está negociando y volvió a insistir en que la subida del SMI se moverá en las «horquillas» que definió en su día el comité de expertos para llegar al 60% del salario medio a final de la legislatura, es decir, un incremento de unos 80 euros en tres años. Según el escenario medio propuesto por los expertos, el salario mínimo tendría que subir en total en 77 euros de forma progresiva, hasta unos 1.027 euros: 15 euros ya en 2021, 31 euros en el año 2022 y una última subida de 31 euros en 2023.

La ministra también destacó que el alza del SMI beneficiará a 1,5 millones de personas, sobre todo jóvenes y mujeres. «El grueso de la población asalariada está viendo revalorizados sus salarios entre el 1,5% y el 1,8% y no se explica que quienes más lo necesitan queden fuera de esa revalorización», subrayó.

Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aportó algo más de luz a los plazos, aunque no ofreció fechas concretas de apicación, y aseguró en una entrevista en Servimedia que la subida del salario mínimo se llevará al Consejo de Ministros «en el momento en que haya acuerdo» en el diálogo social y que «entrará en vigor justamente desde el primer día que se apruebe».

Hasta los 1.000 euros

Del lado de los sindicatos, la batalla estará en la cuantía, pero no durante este ejercicio. Sordo especificó hoy que hay margen para pactar la cuantía del incremento en 2021, pero recordó que serán inflexibles respecto a 2022. «Podemos negociar los términos de esa subida para este año en la medida en que nos garanticen la subida hasta los 1.000 euros mensuales en 2022», zanjó el líder del sindicato. «No obstante, ponemos en valor la fortaleza de un acuerdo tripartito, pero no estamos por la labor de aceptar una especie de veto inducido por parte de CEOE a acuerdos sin contenido», puntualizó Sordo.

Respecto a los plazos de aplicación de este alza, la secretaria secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, aseguró que seguirán insistiendo para que el alza del SMI tenga un efecto retroactivo desde el 1 de septiembre. «Es lo que se comprometió el secretario de Estado de Empleo en la última reunión», recordó.

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