Puertas completamente abiertas a la innovación en buena compañía


Las grandes empresas españolas han sido y siguen siendo motor de innovación , pero su papel ha ido cambiado. «Tradicionalmente la empresa grande era la que innovaba porque tenía los recursos, pero en los años 90 se empiezan a darse cuenta de que no es sostenible, que la capacidad es muy limitada», indica Santiago Descarrega, director ejecutivo de Fitalent, compañía de NTT DATA. Poco a poco se van descubriendo nuevas formas para incentivar la innovación fuera de la casa y de una forma más económica. «Es una manera de diversificar y esto genera que sean polo de innovación cada una de las grandes empresas por sí misma», añade. Ya en el siglo XXI empezaron a aparecer programas de innovación abierta, basados en la colaboración con personas y entidades externas a la empresa.

Después de estos dos últimos años, las empresas españolas se toman mucho más en serio la innovación sistemática. Ya no es algo deseable de tener, sino obligatorio. Ahora está en la agenda de presidentes y de los Consejos de Dirección, desde el director de IT hasta el de Estrategia, pasando por el de Marketing o Recursos Humanos», reflexiona Clara Jiménez, directora de Innovación de Accenture en España. Antes de la pandemia, la innovación estaba muy enfocada en la generación de nuevos activos y negocios mientras que «ahora ponen mucho más foco en el escalado y la industrialización. El tiempo de las pruebas de concepto y pilotos ha pasado».

Jiménez cree que la innovación abierta es la única forma de innovar por la que se puede apostar, «pero esto lo han entendido muy bien las grandes empresas españolas, públicas y privadas, y ya lo llevan haciendo en los últimos 10 años, con más o menos acierto». No obstante, considera necesario, por un lado, reforzar dos frentes en este modelo de innovación, incorporar más a los centros científicos–tecnológicos, muy acomodados en su status quo, y que, sin embargo, «aportan un conocimiento necesario para una innovación más diferencial e incluso disruptiva». Del otro, reforzar la correa de transmisión con las áreas de negocio de las empresas para que la innovación escale de verdad y tenga un retorno tangible. Destaca el hecho de que más del 90% de las empresas del IBEX y muchas de las empresas públicas tienen mecanismos y/o iniciativas relacionadas con el ecosistema emprendedor. «Cada año la mayoría de estas empresas identifican más de 1000 startups españolas o con presencia en nuestro país y analizan un centenar de ellas buscando soluciones innovadoras o nuevos modelos de negocios e, incluso, inversiones».

Cambio estratégico

Santiago Descarrega reconoce que, en un principio, a la hora de hablar de innovación abierta, había más voluntarismo, «el ecosistema tampoco estaba muy preparado». Lo contrario a lo que ocurre actualmente, con un número considerable de startups y las universidades preparadas. «La colaboración de universidades y empresas es más fluida y empieza a dar resultados, se crean nuevas estrategias». Nota también diferencia en el comportamiento de las empresas con el mundo startup. Mientras antes se pretendía generar exclusividad «ahora las grandes corporaciones entienden que la innovación debe fluir y las deja liberada, porque en algún momento se beneficiarán de esa innovación». Es decir, se ha pasado de una innovación casi exclusiva de la gran empresa, a una posterior innovación tutelada y «ahora la innovación está menos dirigida, el ecosistema la genera y la empresa se une a ella», resalta Descarrega.

Tal y como recuerda Eric Viardot, profesor de estrategia de EADA Business School, «una forma de tener éxito es comprar cada vez más pequeñas empresas innovadora y el modelo de innovación abierta en el que las grandes empresas que lideran el mercado compran otras innovadoras más pequeñas se está consolidando». Es más, «las que no lo hacen se quedan atrás». Para este docente existen muchas diferencias por sectores cuando hablamos de innovación. El de la salud, por ejemplo, es un claro ejemplo de innovación abierta, en el que vemos colaboración público – privada. En otros como el químico ocurre al contrario, dicha innovación sigue siendo muy cerrada. A diferencia de lo que ocurrió en la anterior crisis, ahora hay mucho dinero en el mercado, «y se invierte en innovación». Para Viardot las grandes empresas no son del todo grandes innovadoras como tales ya que tienen sus modelos de negocio, y «cuando compran empresas innovadoras, cogen una parte de la innovación, pero no toda».

Papel tractor

Desde Accenture señalan que las grandes empresas españolas son y serán siempre tractoras en su cadena de valor, desde sus proveedores a sus clientes (si estos son pymes). Esto ocurre «porque cuentan con recursos, financieros y humanos, para transformar sus respectivos sectores a través de proyectos innovadores que permiten incrementar la competitividad de toda la cadena», señala Clara Jiménez. «Esta capacidad de tracción no sólo se ciñe a la innovación, sino también a la digitalización y a la sostenibilidad. Las grandes compañías están innovando sectores como el de las telecomunicaciones, el de la energía, o el financiero. Al fin y al cabo todas quieren tener proveedores innovadores y que a sus clientes les vaya bien», puntualiza.

Un ejemplo del músculo innovador de las grandes firmas españolas es Ferrovial. La compañía lleva años apostando en la llamada innovación abierta, «consciente del gran potencial con el que cuentan las empresas emergentes. Ofrece la posibilidad de probar tecnologías y validar los modelos de negocio de las startups a través de las múltiples infraestructuras con las que cuenta. «La colaboración con entidades cuyas estrategias de negocio contemplan horizontes similares permite cocretar el escenario del futuro y responder a los retos de manera más rápida y eficiente. Tanto es así que, la innovación abierta ofrece la posibilidad de acelerar el proceso de explorar y construir el futuro de las infraestructuras de transporte y la movilidad», señalan fuentes de Ferrovial.

En 2020, por ejemplo, contó con 12 acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación y llevó a cabo 38 proyectos con startups. Habitualmente participa en convocatorias para startups junto con otras empresas con el objetivo de encontrar las mejores en determinadas temáticas y sectores. Algunos ejemplos con la Construction Startup Competition 2021, 5prinG o Madrid in Motion. Además, en 2020 lanzó la plataforma de innovación abierta Foresight. Pruebas de que la I+D ya no es una larga carrera en solitario.

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