«O el taxi se moderniza, o se muere»


-Me he cansado de que me insulten, de que huelan mal, y de que encima me monten huelgas.

-El taxi es un sector que no se ha movido en los últimos 50 años.

-Es su problema. Lo moderno es Uber o Cabify, por no hablar del patinete.

-Uber y Cabify nacieron para satisfacer la demanda en ciudades en las que el taxi es caro, inaccesible e inseguro.

-Pero ahora están en todas partes.

-Claro, porque ganaron tanto dinero que se expandieron.

-Como así tiene que ser.

-Pero en España el taxi no es caro ni inaccesible, y por supuesto es seguro.

-Me ofende lo regulado. Es decadente.

-El taxi es una concesión administrativa de explotación privada.

-¿En qué me beneficia respecto a Cabify?

-El precio está regulado. Hay un estamento público que vela para que esté controlado. Hay taxis todos los días del año y a cualquier hora. Los precios de Uber y Cabify se marcan en Estados Unidos según la oferta y la demanda, y si se impusiera en exclusiva su modelo, las horas y los días en que no hay demasiado trabajo, no habría servicio. Taxis hay hasta cuando no es rentable precisamente porque es un servicio público.

-Público y muy descuidado, como todo lo que no tiene a un empresario detrás.

-Es cierto, o el taxi hace algo o será marginal en la movilidad urbana. O hacemos algo o acabaremos siendo ‘riders’ subcontratados de las grandes multinacionales. El taxista tiene que adquirir mentalidad empresarial: funcionar como estas y digitalizar el sector, combinando tecnología y marketing. Hay que crear un mensaje positivo, agradable y competitivo.

-Escalar.

-He creado la plataforma ‘El Taxi’ asociada con Taxi.eu, una compañía de taxis que opera en las principales ciudades europeas, y cualquier persona que llega de Berlín o de París a Barcelona o a Madrid no tiene que descargarse la aplicación porque le sirve la misma con que opera en su ciudad. Tener muchos más clientes permite tener un negocio más profesional, con mejores prestaciones tecnológicas. Un ‘call center’ en condiciones, mejorado con inteligencia artificial.

-Comprar, vender.

-Hasta ahora los taxistas sólo se han unido para comprar más barato, pero nunca para vender. No se anticiparon a la irrupción de las aplicaciones y la transformación de la movilidad en las ciudades. ‘El Taxi’ es una plataforma de bienes, productos y servicios.

-Los taxistas son demasiado cerriles para entender algo tan sofisticado. Su reacción fue atacar a los chóferes de Cabify y Uber y bloquear las calles de Madrid y Barcelona.

-Es verdad que el sector del taxi se ha equivocado concentrando toda su energía en las protestas, los tribunales y los parlamentos. La única forma de competir es ser globales. Una aplicación europea que nos permita acceder a muchos más clientes, dar servicios personalizados a través de los taxistas de confianza e integrarse en el sector turístico.

-Taxista de confianza.

-Un taxista que pueda ir a buscar a tu hija al colegio si se te complica la tarde. No le mandas un taxi sino que la aplicación te ofrece un servicio personalizado, controlado y seguro.

-Los turistas ya van en taxi.

-Sí, es verdad, nos beneficiamos del sector pero no somos ‘players’ del sector. No somos propositivos. Tenemos que dar un paso al frente.

-Palabras, palabras.

-No, son hechos. Desde nuestra aplicación vamos a funcionar como turoperadores, para dar servicio a los turistas que quieran un servicio más flexible que un bus turístico o un tren. También trabajaremos como apoyo a la mutuas, para los transportes de pacientes que sean necesarios pero que no precisen una ambulancia medicalizada y puedan hacerlo en un vehículo de movilidad reducida.

-En España muy pocos entienden la empresa, el negocio de las cosas. Y los taxistas mucho menos.

-Yo he nacido y crecido en un taxi. Mi padre fue taxista, representante de taxistas y pequeño empresario del sector. Conozco el sector, tengo los contactos, sé las necesidades y entiendo los bloqueos que llevan a los taxistas a actuar con poca visión global. Estoy seguro de que les vamos a poder ayudar, pero todavía más seguro de que si no cambian, si no evolucionan, se van a quedar sin recorrido. O el taxi se profesionaliza, y se moderniza, o se muere. Hay que convertir el producto en una actividad empresarial, eso sí, manteniéndose como autónomos.

-Al final, y como siempre, estamos hablando de empresa y por lo tanto de libertad.

-La singular libertad que el taxista tiene que entender que tiene que ofrecer es que sirve al cliente a la vez que lo protege. Si utilizamos lo público sólo para reivindicar derechos adquiridos que nadie entiende, vamos mal. Si lo utilizamos como garantía extra para el cliente, entonces habremos entendido de qué va el negocio y podremos todos ganar mucho más dinero.

Source: Noticias

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