Los nuevos impuestos recaudarán hasta un 53% menos de lo previsto por el Gobierno


El Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros de hoy los dos nuevos impuestos a las transacciones financieras y a los servicios digitales, las conocidas como “tasa Tobin” y “tasa Google”. Estos dos tributos constituyen, junto con el alza al diésel y a las grandes empresas, el núcleo central de la subida de impuestos que contienen los Presupuestos de 2019, presentados esta semana por Hacienda.

Entre ambas figuras impositivas, el Ejecutivo prevé recaudar 2.050 millones de euros este año, del total de 5.654 millones de euros que calcula ingresar gracias al conjunto de medidas fiscales. Es decir, un tercio de los nuevos ingresos deberían venir de estos dos impuestos. No obstante, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) considera que la recaudación será muy inferior a lo estimado por el Gobierno. En el peor de los casos, la suma de ambos sólo aportará 966 millones, menos de la mitad de lo esperado por Hacienda, hasta un 53% menos. Además, el retraso en su aprobación reducirá aún más la recaudación.

El Gobierno calcula que el impuesto a las transacciones financieras permitirá ingresar al Estado entre 420 y 850 millones. Este impuesto grava con un 0,2% las operaciones de compra de acciones de sociedades españolas cotizadas en bolsa con un valor de capitalización superior a los 1.000 millones con independencia de los agentes que intervengan en las operaciones. El sujeto pasivo es el intermediario financiero que transmita o ejecute la orden de adquisición. Estas operaciones que se someten a tributación no se encontraban sujetas a ningún impuesto en el ámbito de la imposición indirecta, “por lo que el establecimiento de este impuesto supone un importante avance en términos de equidad tributaria”, asegura el Ejecutivo. Entre las operaciones que estarán exentas de dicho gravamen se encuentran las operaciones del mercado primario (salida a bola de una compañía), las necesarias para el funcionamiento de infraestructuras del mercado, las de reestructuración empresarial, las que se realicen entre sociedades del mismo grupo y las cesiones de carácter temporal.

En el caso del impuesto sobre los servicios digitales, la AIReF cree que se recaudarán entre 546 y 968 millones. Este impuesto, que copiará el modelo francés, gravará con un 3% los ingresos que se generan por los servicios de publicidad online, servicios de intermediación en línea y a la venta de datos que se recopilan a partir de la información proporcionada por el usuario. Las empresas objeto de este impuesto serán aquellas con un importe neto de su cifra de negocio superior a los 750 millones de euros a nivel mundial y cuyos ingresos derivados de los servicios digitales afectados por el impuesto superen los tres millones de euros en España. Estos umbrales garantizan que sólo se gravará a las grandes empresas y que ni las pymes ni las “startups” verán incrementada su fiscalidad, según el Gobierno.

Source: The PPP Economy

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