La subida de precios de los alimentos típicos de Navidad registra un récord histórico este año


La cena de Nochebuena también estará marcada por el repunte de la inflación y por la subida de los costes energéticos y de materias primas. Los productos de alimentación típicos de las fechas navideñas se encarecen más que nunca. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto en marcha su observatorio de precios de Navidad, que tiene como objetivo comprobar la evolución de los productos de alimentación más comprados en Navidad. Según los datos del primer control de los tres previstos, la actual subida de precios supone un récord histórico y alcanza un 8% de incremento de media respecto a estas mismas fechas del año pasado.

Sin embargo, el comportamiento inflacionista varía dependiendo del producto. De los 15 alimentos a los que OCU realiza un seguimiento, nueve has subido de precio, especialmente las angulas, con un 53% de incremento, seguidas de las almejas (36%), las ostras (28%), el cordero lechal (22%) y el besugo (15%). «Ninguno de ellos había estado nunca tan caro», advierten desde la organización de consumidores.

Por el contrario, entre los productos que más bajan destacan los percebes (-27%), la merluza (-16%), la pularda (-6%) y el redondo de ternera (-5%). Otros productos, como los langostinos, el jamón ibérico o la lombarda apenas han variado sus precios respecto al año pasado por estas fechas.

Para aquellos consumidores que quieran evitar las subidas de Navidad, OCU recomienda adelantar las compras o sustituir los productos más caros por otros alternativos más económicos, que aunque tengan menos demanda pueden resultar igual de interesantes desde el punto de vista nutricional.

OCU sigue desde hace años el precio de 15 alimentos típicamente navideños y de gran demanda en estas fechas, en mercados municipales, supermercados e hipermercados de Albacete, Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza.

En concreto, recoge el precio de los siguientes productos: cordero lechal para asar por cuartos, redondo de ternera, pularda, pavo, jamón ibérico de cebo al corte, lombarda, piña, besugo, lubina de acuicultura, merluza al corte, angulas, langostinos cocidos, percebes gallegos, almejas y ostras.

Este primer estudio recoge los precios un mes antes de la Navidad, pero también se recogerán después del puente de la Constitución y un tercer control se llevará a cabo los días previos a la Nochebuena.

Repunte de la inflación

El crecimiento de la inflación se acelera en la recta final del año y a las puertas de Navidad. El último dato de inflación conocido, el del IPC adelantado de noviembre, arrojó una tasa del 5,6%. La partida de la energía, que empuja los precios al alza, ya se deja notar en la cesta de la compra para las familias. También impactan en los precios la subida de costes derivada del encarecimiento de las materias primas y de los problemas en el transporte marítimo mundial.

Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) mandan un mensaje de tranquilidad a los consumidores. El director general de Asedas recordó hace unos días a ABC que los precios de alimentación en nuestro país se han mantenido «extraordinariamente estables» en los últimos años y pronosticó que los precios se incrementarán lo menos y lo más tarde posible en los lineales de los supermercados. «Hay razones objetivas que tienen que ver con el encarecimiento de las materias primas y de la energía, pero que se están trasladando al consumidor lo menos posible», aseguró.

Reducción del gasto

Ante este escenario inflacionista, más de la mitad de los españoles (51%) tienen previsto reducir su presupuesto para la cesta de la compra navideña, según se extrae de un informe de Gelt. Además, un 93% de los consumidores consideran que las promociones son determinantes a la hora de probar nuevos productos. «La búsqueda de promociones es una clara respuesta del consumidor ante un entorno con escalada de precios tanto por la época navideña, que siempre encarece ciertos artículos, como por los problemas logísticos y la subida de la energía», aseguran desde Gelt.

«La postura del consumidor es clara: de una compra más basada en las afinidades y los gustos se está pasando a la gestión inteligente y eso implica promociones siempre que no se renuncie a la calidad, ofertas y un gasto más contenido. Es la consecuencia de la situación que vivimos tras muchos meses de pandemia, repunte inflacionista y una aún tímida recuperación no tan fuente como se esperaba. Y la cesta de la compra refleja todo ello», indica, por su parte, Carlos Prieto, CEO y cofundador de Gelt.

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