La startup que logra que nada sobre en el sector alimentario


Lo que iban «a comer unas cabras», en palabras del CEO de esta nueva startup, o estaba destinado a terminar como abono, o en un basurero, hoy en día es convertido en un polvo de alto valor nutricional que pasará a formar parte de la industria alimentaria o incluso irá a parar en algún laboratorio farmacéutico, una transformación llevada a cabo por Agrosingularity, la nueva compañía murciana que se ha comprometido a hacer frente a los desperdicios alimentarios.

La empresa crea estos polvos «de textura como el talco» partiendo de ingredientes frescos que iban a ser descartados antes de llegar a los supermercados, con un proceso que conlleva deshidratación a baja temperatura para que no se pierdan las propiedades nutritivas del alimento.

Agrosingularity trabaja en tres nichos del mundo de la alimentación: en primer lugar sería el de «pastas, platos preparados, ‘bakery’… todo eso es un sector para nosotros», explica el CEO y cofundador de la startup, Daniel Andreu. En segundo lugar estaría el sector de los suplementos nutricionales o ‘super foods’. Y, por último, estaría el trabajo que realizan para las industrias ‘biotech’, con quienes «extraen partículas concretas para vendérselas a la industria farmacéutica», explica el director ejecutivo.

A la caza de ideas

La empresa nació en 2018, cuando Andreu salía de una etapa profesional. Coincidió con Juanfra Abad, a quien conocía por motivos profesionales, y sumaron al proyecto al tercer cofundador, Luis Rubio. Formado el equipo, todavía faltaba desarrollar la idea para lograr materializar el deseo de emprender. En esta búsqueda de ideas de negocio se toparon un día reflexionando sobre los desperdicios de alimentos frescos, como vegetales y frutas que se tiran desde la producción. Con un modelo de negocio propuesto por Luis Rubio, fundaron la empresa finalmente en 2019, después de seis meses de pruebas y tests para lograr desarrollar el producto.

Fue en agosto de 2019, un mes después de la fundación, cuando recibieron una inversión que les permitiría crear un plan de negocio. Seis meses después, en plena explosión del Covid, emitieron su primera factura. Podría parecer un contexto poco halagüeño, pero curiosamente, la pandemia reforzó su propuesta. «Con el Covid recibimos mucha demanda de materias primas por parte de muchas empresas que no lograban suministrase», explica Andreu, quien asegura que la pandemia ha supuesto que los fabricantes se replanteen su estrategia de aprovisionamiento, poniendo en valor tener proveedores «lo más cerca posible de ellos».

En crecimiento

La compañía, que realizó la escritura de una ‘serie seed’ de alrededor de un millón de euros en abril, tiene como objetivo posicionarse en el mercado de ‘food ingredients’. Un nicho de negocio que a nivel global tiene un tamaño de más de 30.000 millones de euros y que se espera que para dentro de cinco años haya superado los 50.000 millones de euros al año. La startup, que ya posee actividad comercial en España, Italia, Portugal y Bélgica, tiene la mira puesta en otros países europeos como Polonia, Ucrania y Dinamarca.

Entre los objetivos que se plantea la empresa, se encuentran cerrar este año con un 1,2 millones de euros de facturación y terminar 2022 «con alrededor de cuatro millones de euros».

Source: Noticias

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