La Inspección de Trabajo multa con 8,5 millones de euros a Glovo por no contratar a sus 'riders' de Sevilla


Nueva multa para Glovo por no regularizar el contrato de sus repartidores. La Inspección de Trabajo ha sancionado a la compañía con 8,5 millones de euros por no contratar a 1.316 repartidores de Sevilla, que continuaban en régimen de autónomos pese a lo que establece la ley ‘rider’, la cual obliga a estas empresas a contratarlos. Como informó ABC, la entrada en vigor de esta nueva norma en agosto no iba a terminar con las denuncias ante la Inspección de Trabajo ya que las plataformas no terminaron de adaptar sus políticas conforme a la ley.

En un comunicado, CCOO ha pedido que «se redoblen los esfuerzos para garantizar el cumplimiento de la ley». En ese sentido, el secretario de Acción Sindical de CCOO de Sevilla, Daniel Moreno, ha lamentado que Glovo «haya preferido exponerse a la sanción antes que aplicar la legislación y respetar los derechos laborales». Además, ha destacado el papel de la Inspección de Trabajo: «A pesar de la falta de efectivos que llevamos años denunciando, las actuaciones de la Inspección son fundamentales para perseguir el fraude en la contratación y garantizar que las empresas cumplan la legislación vigente».

Esta multa a Glovo llega justo cuando otra plataforma, Deliveroo, oficializó su salida de España para final de este mes. Entre otros motivos, la compañía británica abandona nuestro país por la entrada en vigor de la ley ‘rider’. Así, tras haber realizado una consulta interna, en el día de ayer pactó un ERE para sus casi 4.000 repartidores, a los cuales indemnizará con 45 días de salario por año trabajado.

Esta multa a Glovo no se espera que sea la última. La compañía, tras la llegada de la ley ‘rider’, anunció que contrataría a 2.000 repartidores hasta final de año, mientras que seguiría con 8.000 autónomos a los que les permitiría pujar por los precios de su servicio y tener independencia de horarios. Una maniobra que, aunque la empresa defiende que es legal, no está tan claro que sea así.

Lo mismo ocurre con la otra de las plataformas que tenía falsos autónomos como repartidores, Uber Eats. En el caso de esta compañía, decidió subcontratar flotas de repartidores. Un movimiento que en teoría está permitido para ciertos momentos donde los picos de demanda son altos y no como manera estructural de contratación. Así, según fuentes consultadas, corre peligro de incurrir en la cesión ilegal de trabajadores.

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