La innovación, el único camino para seguir creciendo


La innovación debe representar la piedra angular del desarrollo y renovación constante de la economía en general y del sector seguros en particular. Se acabó el tiempo de crecer recortando gastos. Para crecer hay que hacer negocio y para hacer negocio es necesario innovar. La innovación no es un asunto fácil. Cuesta lanzarse, requiere equilibrio entre apetito por el riesgo, la tolerancia al error y los recursos destinados a la inversión. El grado de aceptación a estas variables es directamente proporcional al grado de innovación.

No obstante, la innovación debe formar parte de nuestro ADN, correr por la sangre de todos los empleados para ser capaces de adelantarnos a las necesidades de los clientes y adaptarnos a las inquietudes y nuevas formas de comprar de los ciudadanos. De esta manera, y a través del acercamiento, percibirán el valor añadido que podemos aportarles. Los clientes y empleados deben ser el motor en el proceso de innovación. Las personas con ideas nuevas y frescas, aunque a veces de carácter disruptivo, son las que en gran medida marcarán la historia. Y cuando hablamos de una compañía, esas personas pueden estar en cualquier parte. Puede ser cualquier elemento de la cadena de negocio. Pueden ser clientes internos o externos, proveedores o colaboradores, que reaccionan ante problemas y los convierten en oportunidades generando valor.

Además, este proceso de adquisición e interiorización no debe ser solo de puertas para dentro. El concepto de “Open innovation”, acuñado por el profesor Henry Chesbrough, debe ser una máxima en las organizaciones. Las empresas deben ir van más allá de los límites internos de su organización. Cooperar con profesionales externos pasa a tener un papel fundamental para sacar adelante los proyectos de estrategia y de I+D. Este tipo de innovación responde a lo que se conoce como inteligencia colectiva.

En MetLife, tanto la innovación como el foco en el cliente se encuentran firmemente interiorizados en nuestros profesionales, por lo que está presente en todos los procesos internos, así como en el desarrollo de productos. Además, difundimos la innovación a la sociedad a través de proyectos como LifeChanger que tiene como objetivo sensibilizar a los niños sobre la importancia de la educación para su futuro, impulsando a los más jóvenes a alcanzar sus sueños y emprender proyectos que den forma a sus inquietudes. Por otra parte, tenemos muy presente la importancia de facilitar el acceso al cliente a través de la onmicanalidad. En este sentido, las empresas debemos realizar un esfuerzo por estar a la cabeza en tecnología y diseñar nuevos puntos de contacto que nos acerquen al cliente y a la sociedad.

En definitiva, soy un absoluto convencido de que sin innovación, no hay futuro.

Source: The PPP Economy

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