La flota española, obligada a regresar


La flota de pesqueros españoles en aguas marroquíes está obligada a parar la faena y volver a nuestras costas hasta que se cierre un nuevo acuerdo que sustituya el pacto, caducado desde ayer, que el país norteafricano y la Unión Europea firmaron en 2014. Desde abril, representantes marroquíes y europeos no han sido capaces de cerrar un acuerdo antes de la fecha de vencimiento de antiguo pacto, perjudicando a 49 barcos españoles –de los que 35 son andaluces, 10 son canarios y cuatro gallegos–, que emplean a 534 tripulantes –107 de ellos son marroquíes– y haciendo peligrar unos 3.500 empleos en tierra, según los últimos datos ofrecidos por la Confederación Española de Pesca (CEPESCA).

El acuerdo, expirado desde ayer, permitía el acceso a 126 buques de la Unión Europea (UE) a las costas de Marruecos a cambio de una contrapartida de 30 millones de euros anuales por parte de la UE y 10 millones a cargo de los armadores.

El presidente de la patronal pesquera europea (Europêche) y secretario general de CEPESCA, Javier Garat, asegura que, aunque se alcance próximamente una firma, los paros de las embarcaciones podrían prolongarse entre seis y doce meses por el proceso de ratificación del acuerdo, según informa Efe. Un hecho que provoca un entorno de incertidumbre y preocupación en el sector pesquero europeo y, especialmente, en el español.

La política en la negociación

Una de las principales causas de que las negociaciones se hayan dilatado tanto fue la decisión que tomó el Tribunal de Justicia Europeo el pasado mes de febrero al establecer que las aguas del Sáhara Occidental –que suponen un 90% de las capturas de la flota europea en el contexto del pacto anterior– no son de soberanía marroquí.

En ese momento, el peso político en las negociaciones aumentó considerablemente. «El aspecto político tiene la última palabra», comentó el investigador y experto marroquí en cuestiones de pesca, Mohamed Naji, quien apuntó que no se contempla un nuevo acuerdo que separe las costas saharauis del resto de aguas marroquíes. Por otro lado, Naji destacó que el lado positivo del cese de la explotación es que generará un «reposo biológico» de las especies. No obstante, lo cierto es que los buques de la Unión Europea tienen que regresar a sus puertos de origen y, a no ser que se aceleren las gestiones, todavía tardarán en recibir ayudas del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP).

No es la primera vez que se paraliza la explotación pesquera en aguas marroquíes. Entre 2012 y 2014, los barcos europeos no pudieron faenar en estas costas tras finalizar el anterior acuerdo en 2011. En ese caso, la flota de la UE pudo seguir pescando en Marruecos ante la llegada de un inminente nuevo pacto.

Finalmente no llegó tan pronto como los pesqueros esperaban. El Parlamento Europeo decidió rechazar el acuerdo en diciembre de 2011 y las embarcaciones comunitarias se vieron obligadas a paralizar sus tareas.

Source: The PPP Economy

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