La City, ciudad del pánico


Todo el mundo lo había previsto, pero los ciudadanos británicos decidieron que lo mejor para su futuro era abandonar la disciplina de la Unión Europea, a la que Reino Unido se incorporó en 1973, junto con Irlanda y Dinamarca, en la que fue la primera ampliación de la entonces Comunidad Económica Europea. Lo que nadie se atrevió a fijar fue el coste de un hipotético adiós a Bruselas. Ahora, quince días después del referéndum, ya hay algo más que apocalípticos pronósticos. Las bolsas de los cinco grandes países de la UE (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España) han perdido cerca de 149.400 millones de euros y eso teniendo en cuenta que el FTSE-100, el principal indicador del parqué londinense, ha subido un 3,98% desde el 23-J, lo que equivale a una revalorización de los títulos de las empresas que cotizan de 71.000 millones de euros, por muy extraño que a muchos les pueda parecer. Si se excluyera a Londres, las pérdidas ascenderían a cerca de 220.500 millones.

La multinacionalidad de las empresas que cotizan en Londres se ha convertido en un colchón contra situaciones excepcionales. Además, el FTSE está más pendiente de los datos del otro lado del Atlántico que de lo que pase en el continente. El pasado viernes, los datos de creación de empleo de EE UU del mes de junio actuaron de acicate para firmar una subida cercana al 1%.

La mayor parte de la responsabilidad de ese desplome de la capitalización bursátil hay que acharcársela a los bancos. La exposición de la práctica totalidad de las entidades financieras europeas en Reino Unido, sumado a las dudas que se han desatado sobre la solvencia de la banca italiana y sobre la fortaleza de la alemana, han desatado el pánico entre los inversores, que han inundado de papel los parqués europeos. En apenas once sesiones bursátiles, los principales bancos de las cinco mayores economías valen 100.000 millones de euros menos que el 23-J.

Sólo los siete valores bancarios que cotizan en el Ibex 35 se han dejado 21.745 millones de euros, con Banco Santander a la cabeza. El hecho de que su filial en Reino Unido sea responsable directa de cerca de un tercio del beneficio de la entidad que preside Ana Patricia Botín ha pesado como una losa en estas dos primeras semanas de la «salida» de los británicos de la Unión.

Source: The PPP Economy

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