José Manuel Soria: "Vamos a revisar coches de todas las marcas en unos días"


–¿Está satisfecho con la reforma eléctrica?

–Sí. El déficit del sistema eléctrico era tan grave como el déficit público, el del empleo o el déficit exterior. Llevábamos con este problema desde 2000. Entre ese año y 2004 el déficit promedio anual fue de 400 millones cada año. Entre 2004 y 2008, ya había subido para cada uno de esos años a 1.800 millones y durante 2008 y 2012 ya se había puesto por encima de los 5.300 millones. Para 2013 ya había previsto, con toda la inercia que llevábamos, 10.500 millones de déficit estructural sólo en dicho año. Con la reforma, el déficit en 2013 no fue 10.500 millones, fue de 3.400 millones, pero fue el último año que hubo déficit. En 2014 ha habido superávit y en 2015 lo habrá. Si no hubiésemos hecho la reforma, los precios de la electricidad habrían subido desde 2013 un 42%.

–Durante las negociaciones para sacar adelante la reforma, ¿hubo alguna amenaza de las eléctricas?

–No recibí nunca ninguna amenaza. Pero sí tengo que admitir que a las compañías eléctricas las medidas que tomamos al principio no les gustaban porque a qué compañía le gusta que le recorten la retribución en su negocio. Ahora bien, no estamos aquí para hacer las cosas que gustan a las empresas sino para hacer lo que conviene al interés general. Si el interés general coincide con el privado, pues muy bien. No sentí amenazas, pero al principio no fue fácil. Hubo que aguantar de todo.

–¿No le resulta incomprensible tener una energía tres veces más cara que países que no tienen nucleares, molinos, petróleo ni gas?

–La explicación es fácil. Entre 2004 y 2012 una familia media en España pasó de pagar 30 euros a pagar 60. En 2013 bajó un 3,5% la factura de la luz para esa misma familia y un 4,9% en 2014, pero todos seguimos viendo que el nivel es muy elevado. Pero ahora estamos pagando lo que cuesta realmente la electricidad.

–Pues tenemos el cuarto recibo más caro de la UE, según Eurostat. ¿No le parece excesivo para un servicio básico?

–Eso es así. Es excesivo porque hubo un incremento del 100% entre 2004 y 2012. Por eso, todo lo que hemos hecho está orientado a acabar con el déficit del sistema eléctrico y a disminuir los precios. Y han comenzado a disminuir, pero esa percepción es comprensible que no se tenga pues se parte de unos niveles muy elevados.

–Pero la tarifa sigue plagada de impuestos. Por ejemplo, ¿es necesario que financiemos con el recibo la quema de carbón? ¿No debería sacarse de la factura y meterlo en los Presupuestos del Estado?

–Ésa es otra discusión muy interesante. Habrá que abordarla. ¿Por qué se soportan en la factura conceptos que nada tienen que ver con la electricidad? Porque de lo contrario tendrían que pagarse con los PGE, lo cual todavía no es posible teniendo en cuenta que persiste la lucha contra el déficit público.

–La última liquidación provisional de la CNMC y el consenso del sector apuntan a un superávit eléctrico cercano a los 600 millones. ¿Hay margen para bajar la luz?

–No veo complicada una bajada de costes que revierta en una disminución adicional de la factura. Ya hemos hecho una por 250 millones de euros que empezó a partir de agosto. Si hay margen de maniobra, lo haremos.

–Tras el recorte a las renovables, se ha criticado su falta de política energética y de apuestas claras.

–Todo lo que hemos hecho ha estado orientado a tener un mix seguro, equilibrado y sostenible. Hoy el sistema energético es más seguro y está más equilibrado porque, frente a la amenaza de que la energía nuclear vaya a menos por cierres de centrales, hemos hecho una apuesta porque en el mix haya todo tipo de energías. Por eso, las prórrogas a Garoña. Las renovables ahora aportan un 43% al mix.

–Pero se paralizó la expansión de las renovables…

–No sólo no se ha paralizado la proliferación de las renovables sino que este año, con una regulación fiable, son más de 3.000 millones los que se han invertido en el sector desde el extranjero. Acabamos de sacar un concurso de 500 MW de eólica y 200 de biomasa sobre el que hay un interés extraoridinario y nos están pidiendo que saquemos más. ¿Por qué ese interés de los inversores en nuestro sector de renovables? Porque están viendo que va a ser un negocio de futuro en España.

–¿Esa inversión podría ser mayor de no acumular 23 pleitos por los recortes en el Ciadi?

–Eso no está interfiriendo en absoluto. Los inversores no van donde no hay seguridad jurídica. Esto es más seguro que hace cuatro años. Lo de hace cuatro años no se lo creía nadie. Hubo muchos fondos de inversión que cuando se hizo la legislación en los años 2006-2007 no venían aquí porque no creían posible rentabilidades del 20%. No era creíble. Y ahora, con un 7,5% de rentabilidad, vienen millones y millones de inversión.

–¿Es suficiente ese concurso para reflotar la industria renovable?

–Según vaya ésta, es probable que tengamos que ir a más en 2016.

–La legislación de autoconsumo parece más bien desincentivadora a no incluir el balance neto por el que los hogares podrían volcar en el sistema la energía que les sobra y descontarse eso de la factura.

–No hay un impuesto al sol. Se ha dicho que el peaje que hay que pagar por conectarse es un impuesto. Eso no es cierto. De lo que se trata es de que si tú quieres producir tu propia energía y consumirla puedes hacerlo sin necesidad de pagar a ninguna eléctrica, ni al Estado, ni pagas transporte a Red Eléctrica ni pagas la distribución. Otra cuestión es que pongas una placa en tu casa y que la placa te produzca 10 y consumas 13. Esos 3 que consumes de más tienes que ir al sistema a comprarlo. Y Si tienes que comprar en el sistema tienes que engancharte a él. Tienes que pagar la red, los costes y otros cargos. Por tanto, por esa cantidad de electricidad que tú no autogeneras sino que compras al sistema, claro que has de pagar impuestos, los mismos que paga el resto. Ahora bien, si no estás conectado a la red no pagas absolutamente nada más que lo a ti te cueste montar la placa en tu casa.

–Pero si estoy conectado y quiero colocar en un determinado momento el exceso que genero, no me sirve para aligerar los costes.

–Puedes colocar el exceso, eso sí, cumpliendo unos requisitos. Tendrás que inscribirte en el registro de productores, porque si nadie controla lo que tú estás vertiendo al sistema, el operador tendría dificultades para gestionar el sistema y por ello ha de saber lo que se vierte a la red porque es un sistema de equilibrio. Y por esa energía que autoproduces pero no autoconsumes y vendes al sistema, se te paga al precio de esa energía de cada hora. Es exactamente todo lo contrario a lo que se está contando.

–¿Y los hogares que quieren autoconsumir?

–La venta no está prevista para un hogar. Tienes que tener una instalación mínima, porque si no imagínate miles de hogares volcando 2 kilovatios. Montas un lío de gestión monumental. Sería ingestionable.

–En otros países es gestionable…

–En otros países no tienen el problema que nosotros tenemos aquí. Aquí hay unos costes que en otros países no hay. En otros países tienen interconexiones por encima del 10%. Eso significa que no tienen que pagar por capacidad instalada pero no utilizada, como aquí. Eso va al recibo. Si hay consumidores que se enganchan y no pagan ese tipo de costes, no se puede garantizar el sistema. Tampoco tienen el déficit acumulado que tenemos aquí.

–Es decir, no se ha podido hacer porque la cosa no da para más…

–Claro. Nuestro sistema es el que es. Hemos hecho una reglamentación de autoconsumo de acuerdo a lo que podemos hacer.

–¿Cuánto nos está costando el parón en la construcción del almacén nuclear?

–Lo que tenemos es el temor de lo que vaya a ocurrir a partir de julio de 2017, cuando tengan que volver los residuos que de Valdellós fueron a Francia. De momento, hemos recurrido la decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha para que no paralice el proyecto. Porque es un proyecto básico para la seguridad energética y nuclear. Están jugando con algo muy serio de una manera frívola. Y lo está haciendo el PSOE, que fue el que, con buen criterio, inició todo este proyecto en el año 2006. Yo me lo encontré hecho. Y ahora resulta que el PSOE, ya cuando las obras han empezado, lo paraliza a través de un artilugio, que es ampliar la zona especial de protección de aves. Pero esto irá adelante de todas formas porque el PSOE está a favor de esto. El problema en Castilla-La Mancha es que está gobernando sin haber ganado las elecciones y se apoyó en Podemos. Y la condición necesaria fue ésta.

–Bruselas clama por la reindustrialización de Europa. ¿Se ha logrado avanzar?

–Por primera vez, en 2014 el valor añadido bruto de la industria ha empezado a crecer. Europa tiene en contra el precio de la energía. En Estados Unidos, el gas está a 3,5 dólares y en Europa es tres veces más caro. ¿Por qué? Por la revolución del «shale gas». Pero aquí hablas de «shale gas» y te montan un lío.

–¿Nos compensa recibir a las hordas de turistas de borrachera como en Magaluf?

–Por su puesto que no, porque eso al final deteriora la imagen del destino y de la marca España.

–Tras las locales, varias regiones y ayuntamientos estudian introducir, o lo han hecho ya, distintas tasas turísticas. ¿Qué le parece?

–Un disparate. El turismo está siendo uno de los motores de la recuperación y entonces aparece un alcalde o alcaldesa y dice: «Bueno, como esto va bien y necesito dinero para otras cosas, lo voy a gravar».

–¿Están totalmente garantizadas las inversiones y los puestos de trabajo de Volskwagen en España?

–He hablado en muchas ocasiones con los directivos mundiales de la empresa y han dicho que de momento el programa de inversiones en España se mantiene.

–Ese «de momento» resulta inquietante.

–Ninguna decisión está afectando al plan de inversiones aquí.

–¿Se plantean hacer, como en Alemania, una gran revisión a todas las marcas?

–Estamos realizando una acción coordinada con la Comisión Europea. Se ha planteado a nivel europeo inspecciones, que en España comienzan en unos días.

–En España son 670.000 vehículos con el software trucado más 50.000 del CO2. ¿Hay garantías de que esa cifra no vaya a crecer?

–La única garantía que tengo son los datos que la empresa ofrece.

Source: The PPP Economy

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