Italia destinará 4.000 millones de euros para evitar la subida de la factura de la luz y gas


El gobierno de Mario Draghi dedicará unos 4.000 millones de euros para evitar el encarecimiento de la factura de la luz y del gas, según adelantan los medios italianos. La decisión se adoptará en el Consejo de Ministros del próximo jueves, con el objetivo de anticiparse al aumento del 40% en la luz y el gas que se iniciará a partir del 1º de octubre. Este porcentaje representa uno de los aumentos trimestrales más altos de la historia reciente, debido sobre todo a la demanda de gas a nivel global, lo que hace todavía más evidente la fragilidad de Italia en materia energética, pues depende en gran medida del exterior.

La Asociación Italiana de Mayoristas y Comerciantes de Energía afirma que «esta tendencia de precios nunca se había visto, al menos en los últimos tiempos». La electricidad al por mayor en Italia ronda los 150 euros por MWh frente a los 40 euros por MWh de hace un año. El gas ronda los 70 centavos por metro cúbico en comparación con los 20 de hace un año, con un aumento de alrededor del 350% en 12 meses.

Dos medidas

Dos son las medidas, entre otras, que tiene sobre la mesa el gobierno para evitar el encarecimiento de la factura de luz y gas para los consumidores italianos. Habrá un recorte en los costes que aparecen en la factura del consumidor y que no están relacionados con el consumo de energía. De este importe se hará cargo el Estado, que lo repercutirá sobre la fiscalidad general que deben pagar todos los italianos. Pero al tratarse de un recorte lineal, es decir, sin tener en cuenta la capacidad económica y de gasto de los ciudadanos, el gobierno compensará a las personas con menos poder adquisitivo. Las rentas más bajas, las que cotizan por debajo de los 20.000 euros, tendrán un descuento en la factura. En definitiva, se pretende que la factura no se encarezca, por lo que se adoptará una decisión que pretende ser justa y con sentido progresivo: El que más tiene, más paga.

No al modelo de Sánchez

El diario ‘La Stampa’ descarta que el gobierno italiano siga el modelo impuesto por Pedro Sánchez, «que se centra en pedir el sacrificio a las grandes empresas de energía […] Para Roma esa es una solución al límite, demasiado agresiva y que presenta fuertes riesgos de una reacción violenta en la Bolsa».

El primer ministro, Mario Draghi, considera que debe haber una estrategia de reequilibrio energético global. Para ello propone que la Unión Europea centralice las compras mayoristas a nivel europeo, como se ha hecho con la adquisición de las vacunas contra el Covid-19 a las grandes farmacéuticas.

Debate nuclear

Esta crisis del encarecimiento de la energía, reaviva el debate nuclear en Italia. Este país no tiene hoy centrales nucleares. Fue en 1963 cuando inauguró la producción de energía nuclear. Pero se paralizó en 1987 con un referéndum promovido tras el incidente que se produjo en la central nuclear de Chernóbil en Ucrania, país que entonces era una república de la Unión Soviética.

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