Gestamp, crecer, crecer y seguir creciendo


Para autodefinirse, hablan de un «animal silencioso». Si se les puede denominar así, lo que está claro es que si hace 20 años colaban como gatito, ahora pasan de tigre. El negocio de Gestamp está en diseñar, desarrollar y fabricar los componentes de automóviles que luego las marcas más conocidas del mundo ensamblan en sus modelos definitivos. Los últimos movimientos de la empresa han sido fuera de nuestras fronteras, uno bien lejos, en China, donde la marca se ha aliado con BHAP, filial de BAIC, que pasa por ser uno de los más importantes fabricantes de coches del país. En este proveedor automovilístico son ya plenamente conscientes de que China parece claro que será el mercado del futuro. El otro ha sido más cercano, Marruecos, donde la compañía anunció su entrada este mismo martes, lo que supone su primera incursión en África.

Pero no siempre ha sido así. Gestamp comenzó siendo una empresa que obtenía de beneficio bruto hace 21 años 43 millones de euros. En la actualidad su Ebitda ronda los 841 (2016) y sus ingresos han pasado de los 240 millones de 1997 a los 7.549 de 2016. A septiembre del pasado año, ya habían facturado más de 6.000 millones y en pocos días presentarán sus resultados de 2017.

La receta para crecer en estas dos décadas más que, por ejemplo Inditex, no es apostar a ser conservador. Los vaivenes y la evolución del sector automovilístico han provocado que Gestamp haya tenido que evolucionar de forma paralela a cómo lo hacía el mercado con dos líneas muy claras, la inversión en I+D+i y la internacionalización del negocio. «Así, la compañía ha logrado convertir el desarrollo de I+D+i y la coordinación entre proveedores de componentes y fabricantes en una verdadera relación estratégica que cubre el proceso de fabricación completo», asegura la empresa.

Presencia en el mundo

En cuanto a la expansión, Gestamp se encuentra presente en más de 20 países, posee más de 100 plantas de producción, seis de construcción y 13 centros de I+D+i. Esta internacionalización fue, desde bien temprano un objetivo claro. Su expansión comenzó sólo dos años después de su fundación. Entre 1999 y 2001, Gestamp abrió fronteras y se posicionó en Alemania, Francia, Argentina, Brasil y México. Tres años después, lo hizo en EE UU con la adquisición del Grupo Hard Tech. Después de Europa Occidental y los países iberoamericanos, se lanzó hacia mercados menos conocidos, como Rusia, Turquía, China, India y Corea del Sur. «Gestamp ha conseguido, a lo largo de sus 20 años de trayectoria, convertirse en aquello para lo que fue creada: un proveedor global de perfil tecnológico gracias a reinvertir sus beneficios en el desarrollo de la compañía», aseguran desde la empresa.

Pero, ¿qué fabrica exactamente ? Su cartera de productos incluye carrocería y chasis, complejos sistemas de armado y sistemas de apertura de mecanismos, así como herramientas, troqueles y otros artículos relacionados, y tiene entre sus clientes a las principales marcas de automóviles .

Gestamp tiene dividido el negocio en cuatro líneas: la carrocería es la estructura esencial del vehículo, su esqueleto. Piezas metálicas estampadas que, posteriormente, se sueldan y se clasifican en piezas exteriores y piezas estructurales. El chasis, que conforma la parte inferior de la estructura. Este tipo de productos incluyen estampados metálicos y componentes ensamblados. Son esenciales para el rendimiento global del coche y la consistencia y la seguridad del vehículo e influyen en el ruido, la vibración, la conducción o la gestión de impactos, entre otras cuestiones.

Desde 2010 se dedica a la fabricación de mecanismos del propio vehículo. Esto surgió a raíz de la adquisición de Edscha. Es por ello que ahora la empresa fabrica componentes como bisagras, topes de puertas, sistemas eléctricos o dispositivos de control de mando. Y, por último, los utillajes y otros productos que no se pueden catalogar en estas cuatro categorías como troqueles y prensas sofisticadas. Gestamp se ha especializado en el desarrollo de productos innovadores, con el objetivo claro de conseguir vehículos más seguros y ligeros y, por tanto, mejores en relación al consumo de energía e impacto medioambiental.

Gestamp pretende con esta línea clara de negocio llegar a ser «el proveedor de automoción más reconocido por su capacidad para adaptar los negocios hacia la creación de valor para el cliente, manteniendo un desarrollo económico y social». La empresa fundamenta estos objetivos en cinco principios corporativos esenciales: el cliente es el centro del negocio, la excelencia operacional, práctica habitual, la innovación es la vía de progreso, la sostenibilidad les permitirá permanecer en el tiempo y son las personas las artífices de su éxito.

Uno de sus últimos movimientos ha sido la entrada a bolsa en 2017. Desde entonces, la revalorización de la empresa ha ido en aumento y miembros de la propia compañía reconocen satisfechos que se les ha incluido en «varias quinielas para entrar en el Ibex 35», algo que ellos «no persiguen, pero que si llega, bienvenido sea», tal y como ha declarado el propio presidente de la compañía en diversas ocasiones, Francisco J. Riberas. «Nosotros aspiramos a cotizar bien, a dar resultados serios y, al final, lo que digan los mercados estará bien, pero no tenemos ningún objetivo específico sobre ese tema, aunque puede hacer ilusión».

En Marruecos, esta misma entrada se ha producido a través de la firma de un acuerdo con otro fabricante de componentes local, Tuyauto. Junto a esta empresa, Gestamp construirá una nueva planta cerca de Rabat en la que pretende emplear a 120 trabajadores para el año 2019. «Marruecos en particular y África en su conjunto se presentan como mercados emergentes con gran potencial de crecimiento para la fabricación de vehículos», destacó en el anuncio el presidente de la compañía.

También hablan con orgullo de la planta que se instalará en 2018 en Eslovaquia. Otro paso más para situarse allí donde están sus clientes que demandan cada vez más la externalización en la construcción de las estructuras que proporciona Gestamp. Esta planta costará 133 millones de euros y servirá para fabricar las piezas del nuevo Land Rover Discovery. Además, estará especializada en el aluminio, lo que permitirá que los coches reduzcan su peso y aumenten su seguridad, dado que estarán en un 80% conformados por este material.

Source: The PPP Economy

GrupoUnetcom