España invierte la mitad que los países de su entorno en conservación de carreteras


Tan importante como disponer de una buena red de transporte es conservarla y, en este último aspecto, España tiene carencias. Sus administraciones invierten bastante menos que las de otros países como Francia o Alemania tanto en mantener sus carreteras como sus ferrocarriles, según el informe Áreas prioritarias para una inversión sostenida en infraestructuras en España elaborado por la consultora ATKearney.

En el caso de las carreteras, mientras que países como Francia o Reino Unido invierten anualmente 126.000 y 123.000 euros para mantener cada kilómetro, respectivamente, España apenas si llega a los 60.000 euros, menos de la mitad.

Tan reducida ratio es consecuencia de una mezcla de recorte en las inversiones y aumento de los kilómetros de la red. Desde 2009, los fondos destinados a conservación han caído un 25%, desde los 1.250 millones de euros hasta los 935. En el mismo periodo, la longitud de la red se ha incrementado desde los 24.100 a los 26.100 kilómetros.

Lo mismo ha sucedido en el ferrocarril. La red actual es de 15.000 kilómetros, frente a los 13.350 que tenía en 2009. Sin embargo, los recursos destinados a su mantenimiento han retrocedido desde los 1.015 millones hasta los 800 millones, lo que arroja una inversión media por kilómetro de 65.000 euros, frente a los 75.000 que, de media, invierten otros catorce países analizados. Ello, destaca el informe, a pesar de que en España la red de alta velocidad ferroviaria, mucho más cara de mantener, tiene un peso proporcional mayor sobre el resto de la red que en el resto de países analizados.

Como en el caso de la planificación de las infraestructuras, el informe denuncia la tendencia cíclica que hay en España a recortar la inversión en conservación en épocas de estrecheces presupuestarias, “con periodos de alto y bajo mantenimiento en los que el valor patrimonial fluctúa temporalmente de forma acusada con el consiguiente coste adicional para la sociedad en forma de accidentes y mal funcionamiento”. Lo ideal, recuerda ATKearney citando al Banco Mundial, es una inversión sostenida que fluctuaría entre el 1,5% y el 2,5% del valor patrimonial de los activos con el objetivo de reducir las necesidades futuras de reposición de activos, aumentar la productividad de los mismos reduciendo las horas fuera de servicio y aumentar la seguridad de su uso.

El valor patrimonial de las infraestructuras españolas rondaría los 298.000 millones de euros, lo que, siguiendo este baremo, requeriría una inversión anual en conservación de entre 4.470 y 7.450 millones de euros.

Source: The PPP Economy

GrupoUnetcom