El responsable fiscal también debe digitalizarse


El responsable fiscal será clave en las empresas de éxito. Los países desarrollados exigen una mayor responsabilidad en materia tributaria a las compañías, y los principios de buen gobierno corporativo en este ámbito se han convertido en un nuevo «mantra».

El entorno empresarial cada vez es más complejo, volátil y regulado, y los departamentos de fiscalidad deben dar respuesta a este contexto tan cambiante. Almudena Sánchez, directora Finance Performance de Ayming, resalta la necesidad de que la función fiscal forme parte de la estrategia, de que sea ágil y cuide la transparencia e imagen de la compañía. Y agrega que «el responsable fiscal del futuro tendrá que ser proactivo, facilitador e integral».

Los directores de impuestos serán clave en la toma de decisiones. Tendrán que ser analistas o contar en su equipo con expertos en IT. Por ello, Daniel Gómez-Olano, coordinador de la Sección de Asesores Internos de la Aedaf, asegura que ante un entorno crecientemente complejo, el responsable del área fiscal está obligado a reinventarse, ya que no bastará con que sea un buen gestor de información o un excelente técnico tributario. «Deberá estar claramente orientado al negocio, contar con buenas dotes de comunicación, aunar conocimientos financieros y de técnicas de gestión de riesgos, y apoyarse cada vez más en la tecnología para gestionar la información», destaca.

La transformación digital de la función fiscal resultará, por tanto, crucial. Y Susana García, consultora de Negocio Tax & Accounting en Thomson Reuters, remarca que las herramientas de digitalización serán imprescindibles. Pero aunque las empresas más proactivas sean conscientes de la necesidad de innovar en los departamentos que tradicionalmente se manejaban de manera manual, todavía queda mucho camino por recorrer. García recuerda que los fiscalistas acompañan a la empresa a países emergentes, en los que se gestionan nuevos proyectos a velocidades inimaginables, usando las mismas herramientas que hace 30 años. «La tecnología ha llegado al departamento fiscal y no utilizarla podría suponer en muchos casos no sobrevivir», sentencia.

Source: The PPP Economy

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