El PIB de la eurozona se recupera hasta alcanzar el nivel previo a la quiebra de Lehman Brothers


La zona euro parece salir del letargo en el que ha estado sumida los últimos ocho años desde el estallido de la crisis financiera en 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers y la crisis de deuda desatada en 2010. Eurostat, la oficina estadística comunitaria, en su dato adelantado sobre el PIB de la eurozona, registró ayer un repunte del 0,6% en el primer trimestre del año, el doble de lo experimentado en los últimos tres meses del año anterior. Una cifra que sorprendió a la mayoría de los analistas, que vaticinaban una ligera mejora de tan sólo una décima. Si se tiene en cuenta el volumen del PIB en millones de euros, los países que comparten la moneda única han conseguido en este primer trimestre de año volver a los niveles vividos en el mismo trimestre de 2008 tras dos duras recesiones.

Las razones de esta luz al final del túnel vienen motivadas por el buen comportamiento de la economía francesa, que creció un 0,5% en este primer trimestre. El crecimiento económico en los 19 países que comparten la moneda única registró un 1,6% en el primer trimestre del año si se compara este dato con el del mismo periodo del año anterior.

Pero, como sigue siendo habitual en este relato de la crisis, no hay margen para la complacencia. Eurostat también confirmó que la inflación volvió ayer al temido terreno negativo con un dato del –0,2% en el mes de abril, una caída de dos décimas comparado con el mes anterior, debido al descenso imparable de los precios del petróleo. La inflación interanual subyacente –que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos– de la zona euro alcanzó un 0,8 % en abril frente al 1 % en marzo. Datos muy alejados de la cifra del 2% que propugna el BCE, embarcado en una política de compra de deuda expansiva para, precisamente, luchar contra la tan temida deflación que pueda erosionar el crecimiento económico. El estancamiento en los altos niveles de paro –un 10,2 por ciento en la zona euro–, la inestabilidad de un posible «Brexit», el ajuste en las economías emergentes, el eterno dilema griego y la resistencia de Alemania a emprender una política de gasto que aumente la demanda global en la eurozona contribuyen a empañar el panorama.

El martes, el Ejecutivo comunitario hará públicas sus previsiones de crecimiento para la zona euro con datos sobre cada país. En el caso de España, los datos publicados marcarán las negociaciones sobre una posible prórroga para conseguir el objetivo de reducción del déficit público.

Source: The PPP Economy

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