El "pelotazo" del taxi: licencias de 500 euros que se revenden a 135.000


El precio de una licencia de taxi en el mercado ronda los 135.000 euros en Madrid, pero ese no es su coste real, al menos en términos administrativos. La reventa de licencias, tanto para operar con un taxi como para hacerlo con un Uber o Cabify, se rige por la ley de la oferta y la demanda, por lo que su valor en el mercado dista mucho de la inversión inicial necesaria en el momento de la concesión. Hay dos formas de conseguir una licencia de forma legal: por concesión o por transmisión. No obstante, en Madrid no se ha otorgado ninguna licencia de taxi desde 1980, cuando se dieron 110 permisos, ya que «no se ha detectado la necesidad de más licencias para atender las demandas ciudadanas», según explicaron fuentes del Ayuntamiento a este diario.

Aunque han pasado casi 40 años desde que se concedió la última licencia de taxi en Madrid, el consistorio tiene perfectamente definido en sus ordenanzas fiscales cuánto costaría una nueva licencia, si se decidiese a sacar una nueva hornada: 491,30 euros por taxi. Así, esos 135.000 euros a los que se revenden de media las licencias, suponen multiplicar por 275 veces el coste administrativo que fija el Ayuntamiento. Un 27.000% más. Además, aunque el Ayuntamiento no dispone de los precios de concesión de las licencias de 1980 y años anteriores, aseguran que «es probable incluso que algunas se concediesen gratuitamente».

La tasa administrativa apenas ha variado en los últimos diez años. El dato más antiguo que facilita Madrid es de 2009, cuando el coste era de 481,70 euros. Por otra parte, la cantidad que recibe la administración por estas reventas también es muy inferior al valor de la operación. La autorización para la transmisión de licencias de taxi cuesta 584,75 euros, según recogen las Ordenanzas Fiscales y Precios Públicos Municipales de 2019.

A pesar de que los 135.000 euros que cuesta de media una de estas licencias pueda ser una inversión elevada, los 15.576 taxis que operan en la Comunidad de Madrid tienen un comprador: su propia competencia. Esta misma semana, en plena guerra del taxi contra los VTC, se ha conocido la propuesta de Cabify para aplacar las protestas de los taxistas: un «fondo de transición» para compensar al gremio con 150.000 euros por licencia. La propuesta plantea que las empresas de VTC que quisieran participar aporten al fondo cinco céntimos por cada kilómetro que recorran sus coches. De esta forma, se recaudarían entre 400 y 1.000 millones de euros, «con lo que en poco tiempo se sumaría el valor de todas la licencias», estimado en 2.400 millones de euros, según los cálculos de Cabify.

La especulación en el sector de las VTC tampoco se queda atrás. A pesar de que no es posible la concesión de nuevas licencias debido a la «situación de desequilibro» entre el número de VTC y de taxis, el trámite administrativo para dar de alta la autorización de transporte para un Uber o un Cabify costaría poco más de 38 euros. Este bajo precio al que se adquirieron hace que el traspaso de estas licencias sea una operación muy rentable, ya que su valor en el mercado ronda los 40.000 euros. Hace dos años, antes del boom de estas aplicaciones, el precio era de unos 10.000 euros. Con todo, este coste podría volver a caer debido a las restricciones impuestas por el Gobierno al sector, que reclamará indemnizaciones millonarias.

Source: The PPP Economy

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