El nuevo reparto de la seguridad global


Los sucesos de Afganistán han causado un increíble desorden. Pacifistas que, de pronto, defienden intervenciones militares, defensores del desarrollo endógeno que apuestan por democracias llave en mano… Pero también se han comenzado a producir cambios que tendrán efectos económicos, aunque esto último no sea tan evidente ya que el país, pese a las dos décadas de ocupación norteamericana, es irrelevante en la economía global.

Afganistán es una economía que vive básicamente de dos adicciones: las subvenciones y el consumo de drogas. Según el Banco Mundial, el 75% del gasto público del Gobierno está financiado por ayuda internacional. Hablamos de una nación que vuela por debajo del radar de la economía formal: su PIB se compone de ayudas internacionales y del tráfico… Ver Más

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