El horizonte de la energía solar fotovoltaica se ilumina


La energía solar fotovoltaica vive un momento dulce. En un contexto de precios récord en la factura de la luz por elevado precio del gas, el desarrollo de proyectos de generación renovable vuelve a ganar tracción con el objetivo de obtener energía barata y limpia. Y, entre todas las fuentes renovables, la solar se encuentra en la pista de despegue para experimentar un fuerte crecimiento en la construcción de grandes plantas de generación fotovoltaica y en el autoconsumo.

Se espera que la energía solar crecerá más que la eólica en España hacia 2030. De acuerdo con el plan nacional de energía PNIEC 2021-2030, la potencia instalada en solar fotovoltaica pasará de los 13,4 GW actuales hasta los 39 GW en 2030. Esto es un crecimiento del 191%, un porcentaje superior al 79% de crecimiento que se estima en la capacidad de generación instalada eólica durante el mismo periodo. Hoy, la eólica tenía una potencia instalada de 27,9 GW que aumentará hasta los 39 GW en 2030, según el borrador del PNIEC enviado a Bruselas para su aprobación.

«Es la fuente de generación eléctrica más competitiva en España», dice Rafael Benjumea, presidente de UNEF, una asociación fotovoltaica. Según el experto, el coste de instalación de una planta solar era de 8 millones de euros por megavatio (MW) en 2006, cantidad que actualmente ha descendido hasta los 500.000 euros. Mientras tanto, el precio que paga el mercado por cada MW/hora ha pasado de 500 euros en 2006 a rondar hoy los 26 euros por MWh.

Construir una planta de generación solar es más barato, mientras que los sistemas de producción de energía son más eficientes y permiten a los dueños de los parques fotovoltaicos vender electricidad a precios más económicos. Todo eso ha sido posible gracias al desarrollo de la tecnología solar fotovoltaica en la última década, explica Juan José Coble, profesor de la Universidad Nebrija.

Gran parte de ese desarrollo tecnológico viene impulsado por el empuje de China a las renovables, en un intento de reducir su dependencia de los combustibles fósiles. «Las inversiones que ha hecho China en renovables han introducido una gran competencia en el mercado. Eso se traduce en nuevas tecnologías y productos más eficientes», explica Coble, quien dirige el máster en energías renovables y eficiencia energética de la Universidad Nebrija.

Saturación eólica

Otro factor que dará un empujón al desarrollo de proyectos solares en España gira alrededor de la dificultad para encontrar localizaciones con condiciones ideales para la eólica. «Los buenos emplazamientos eólicos ya están ocupados. Los que quedan disponibles no son tan atractivos», dice Coble. En ese aspecto, es probable que parte de la inversión en energías renovables se desvíe de la eólica a la solar, ya que la fotovoltaica tiene mayor margen para ser instalada en más lugares.

En ese sentido, se espera que la fotovoltaica duplique su contribución al total de la capacidad de generación de energía instalada en España en la próxima década. La eólica representa actualmente el 24.9% de los 112,1 GW de potencia instalada en España, mientras que la solar es el 12%. Si las previsiones del PNIEC para 2030 se cumplen, de los 160 GW que entonces habrá de potencia instalada, la eólica representarán el 31,3% y la solar el 24,4% del total.

La mayoría de la potencia fotovoltaica en plantas se concentra en el sur de España. Las comunidades con más MW instalados son Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Murcia, según UNEF. En opinión de Coble, España goza de muy buenas condiciones climáticas para desarrollar proyectos solares en la mitad norte de la península. «Los paneles solares funcionan mejor con baja temperatura exterior. España tiene un buen nivel de irradiación solar y la mitad norte tiene temperaturas un poco más bajas que el sur», comenta el experto.

Retos burocráticos

Los procesos burocráticos son el principal reto que limita el desarrollo de las grandes plantas fotovoltaicas, explica Benjumea, de la asociación UNEF. «Los procesos avanzan muy despacio. Hay un colapso en las administraciones y eso retrasa la posibilidad de proveer energía barata al mercado», comenta.

El reto administrativo también dificulta el desarrollo del autoconsumo. Sin embargo, en este caso algunas comunidades autónomas han aprobado una medida para eximir del trámite de licencia de obra para agilizar la construcción de instalaciones de autoconsumo en los hogares. Otra de las demandas de UNEF para dinamizar el autoconsumo consiste en modificar la Ley de Propiedad Horizontal para que sea más sencillo instalar paneles solares en edificios.

«El futuro de la energía solar lo vemos brillante», dice Carlota Pi, presidenta de Holaluz, una comercializadora de energía de origen renovable y gas. Para Pi, España se encuentra ante una gran oportunidad para transformar todos los metros cuadrados de tejado en unidades de generación de energía verde. «En España hay 10 millones de tejados que pertenecen a clientes residenciales. Unos 2 millones de ese total corresponden a edificios multivivienda», comenta.

Comparado con otros países de Europa, el autoconsumo apenas ha comenzado a despegar en España. «Hay más plantas solares en los hogares de Bruselas que en toda España», afirma Pi. Según la experta, ese retraso se debe al popularmente conocido como ‘impuesto al sol’, un gravamen derogado en diciembre de 2018 que ponía trabas al desarrollo del autoconsumo. Una instalación de paneles solares en casa, que cuesta entre 5.000 y 7.000 euros, puede suponer hasta un 60% de ahorro en la factura de la luz, siempre según las estimaciones de esta compañía. «Estamos en un proceso de revolución de los tejados para desarrollar una red de generación solar distribuida en todo el país», concluye Pi. En grandes parques o en pequeños tejados, el horizonte de la energía solar fotovoltaica parece totalmente despejado.

Frente a la despoblación

Desde UNEF, su presidente Rafael Benjumea considera que el desarrollo de grandes proyectos de generación solar juega un papel importante para combatir la despoblación de las zonas rurales. Igualmente, estos sistemas de producción de energía verde pueden ser utilizados como imán para atraer inversiones a la península, como es el caso del proyecto que tiene la empresa estadounidense Diamond Foundry en Trujillo, en Cáceres. Diamond Foundry, una empresa que fabrica diamantes artificiales, planea construir una planta industrial que recibiría parte de su energía de una planta solar con 120 MW de potencia. En este proceso, la energía solar española desempeña un rol fundamental para atraer está inversión porque la compañía buscar nutrirse exclusivamente de electricidad limpia. Se estima que la fábrica de diamantes artificiales proveerá al menos 300 puestos de trabajo directos.

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