El Gobierno mantendrá el plan privado de carreteras


Lo dicho por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, respecto a los proyectos de alta velocidad ferroviaria es extensible al plan extraordinario de carreteras (PIC). El pasado miércoles, Ábalos aseguró que el cambio de Gobierno no va a afectar a los contratos y a la inversión en el AVE. Fuentes del departamento que dirige confirman que tampoco implicará la cancelación del PIC, promovido por su predecesor en el cargo, Íñigo de la Serna. «La intención es dar curso a la programado, aunque primero se van a analizar sus detalles», explican estas fuentes.

Según los planes iniciales, el PIC iba a movilizar 5.000 millones de euros para invertir en 2.000 kilómetros de carreteras en los próximos cuatro años. La particularidad del proyecto es que los fondos no serían aportados inicialmente por el Estado, sino por las empresas en virtud del sistema conocido como pago por disponibilidad. En este esquema, son las constructoras las encargadas de conseguir la financiación para construir, conservar y explotar las vías por un periodo de 30 años. El Estado paga después la obra a lo largo de ese periodo, pudiendo penalizar a las compañías si no cumplen unos estándares recogidos en los contratos. Antes de su destitución como presidente del Gobierno, Mariano Rajoy anunció cuatro proyectos que iban a ser ejecutados con el PIC: la circunvalación A-30 de Murcia, un tramo de la A-7 en Castellón, otro de la misma vía entre Crevillente (Alicante) y Alhama (Murcia) y la autovía entre Burgos y Aguilar de Campoo, valorados en 1.797 millones. La intención del anterior equipo de Fomento era haber empezado a licitar los proyectos en mayo. Sin embargo, problemas técnicos en la redacción de los pliegos retrasaron los planes. Ahora, la revisión que harán Ábalos y sus técnicos de todo del proyecto retrasará todavía más el proyecto, dejando también en el aire la ejecución de los planes anunciados por Rajoy.

Para el sector constructor, el PIC es un proyecto de gran importancia no tanto por los recursos que movilizará como por lo que implica. Tras años de recortes, la inversión en obra pública sigue en mínimos y este plan supone una alternativa a la falta de recursos públicos que podría relanzar al sector. Según la patronal constructora, Seopan, de ponerse en marcha, induciría 9.600 millones de actividad. En términos de empleo, el Ejecutivo de Rajoy calculaba que podría llegar a generar 189.200. En la fase de construcción, se esperaba la creación de 48.000 puestos de trabajo directos, 30.000 indirectos y 72.000 inducidos. En la de mantenimiento y explotación, el empleo directo esperado es de 12.000 puestos, el indirecto de 8.000 y el inducido de 19.200.

Source: The PPP Economy

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