"El déficit fiscal se genera por esa frase maldita de ''con o sin IVA''"


Carlos González-Bosch habla a la velocidad del rayo, pero dando sentido a cada una de las ideas que ofrece a su interlocutor. Su vida está ligada a la botica, y por la que trabaja para posibilitar el acceso a los medicamentos de manera rápida y eficaz desde cualquier punto de España, gracias al desarrollo logístico de la empresa que preside, Cofares.

– Recientemente, en las páginas de este suplemento apuntaba la necesidad de retener el talento, como uno de los pilares para el desarrollo del país basado en el I+D+i. ¿Cómo debe ser la estrategia?

– Estoy convencido de que España tiene un potencial enorme, lo que pasa es que no está sabiendo retener el talento. Y pensar que sólo depende de herramientas económicas es muy burdo. Creo que en España el mérito y la capacidad nunca se han puesto de moda, como tampoco las personas emprendedoras, que de alguna forma, van abriendo el camino a los demás. Y para las empresas es crítica esta situación, porque eso hace que tengan futuro. España no hace más que descuidarlo y ése es uno de los grandes déficits que tiene la economía, que es consustancial al modo de ser de la mayoría de los compatriotas.

– Ahora se habla de hacer determinadas rebajas o incentivos fiscales para conseguir que las empresas hagan más contratos fijos, ¿es acertado?

– El concepto de indefinido es absolutamente subjetivo; que me digan en qué país del mundo existe, cuando hay muchos más contratos parciales o temporales. Las empresas tenemos que adecuarnos al desarrollo económico y, en ese sentido, intentamos por todos los medios los contratos indefinidos. Entre otras cuestiones, porque normalmente en los países más avanzados el despido es relativamente fácil, pero también lo es conseguir un nuevo puesto laboral. El problema es que como es muy difícil despedir, es muy difícil contratar, y queremos sentarnos en esa utopía. Pues mira, eso no existe en ningún país del mundo, y el que lo defienda está defendiendo una entelequia, y probablemente lo haga más por ignorancia que por mala fe.

¿Cree que España cumplirá con el déficit que marcan desde la UE?

– La verdad es que España tiene una recaudación fiscal relativa al PIB muy baja. Me empieza a sorprender porque en realidad tenemos un porcentaje menor de recaudación que países como Grecia, que ha tenido dificultades, económicas muy severas, o Portugal. Éste es uno de los elementos que tenemos que trabajar porque el déficit fiscal no se genera sólo porque algunos no pagan, sino también por esa frase maldita de «con IVA o sin IVA», y esa es consustancial a todas las clases (media, alta y baja) y atañe también a esos privilegios que algunos quieren conservar a costa de todo: los estatutos. Estamos llenos de profesiones con estatutos que en el fondo defienden cuestiones absolutamente respetables, pero muy alejadas de la actividad que realiza. Es difícil controlar el déficit, sobre todo teniendo un Estado del Bienestar tan amplio y tan magnífico. Con tanto derecho, tenemos que hacer un sacrificio fiscal que lo haga posible.

– En este sentido, una de las partidas que más polémica genera es el gasto sanitario. ¿Cómo ha de controlarse?

– Estamos algo por debajo de la media de los países europeos. Efectivamente, en los gastos sanitarios (dónde englobo el público, 5,5%, y el privado, 3,8% del PIB), como el farmacéutico, no sólo es cuestión de recursos, también es de gestión. A mí lo que me interesa es incentivar la gestión, porque se puede hacer frente a los problemas sanitarios con lo que tenemos, se necesita una gestión sanitaria eficiente.

– En esto, ¿qué papel tiene el «Libro blanco de la sanidad» que prepara desde la comisión de la CEOE?

–Va a haber un antes y un después, porque es un referente de una realidad que se ha pretendido ignorar por mucho tiempo, como es la de que la calidad de la sanidad privada es muy potente en nuestro país, porque los ciudadanos hemos querido que lo sea, que España tiene una fijación del más de 20% de ciudadanos para la sanidad privada.

– El modelo español de farmacia, ¿sirve como ejemplo de gestión?

– Me encantaría que la concertación que se ha hecho con las oficinas de farmacia se hiciese con el resto de la sanidad y el Sistema Nacional de Salud. Para sostener el sistema creo que tenemos que utilizar todos los elementos a nuestro alcance. Y la concertación con la sanidad privada es un elemento imprescindible a tener en cuenta.

–En alguna ocasión ha acusado a España de estar «hipergestionada». ¿En qué sentido lo afirma?

– Tenemos muchas jerarquías, muchos compartimentos estancos y, en este sentido, creo que evidentemente la hipergestión en el mundo de la sanidad no hace ningún favor. Hay que flexibilizar las estructuras y diluirlas. Y que la ideología no llegue a ellas.

Source: The PPP Economy

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