"El cliente de hoy exige que se le aporte valor continuamente"


José Ignacio Domecq fundó en el año 2000, junto con Alejandro Fernández, Fractalia. Una compañía española especializada en el desarrollo e implantación de soluciones tecnológicas e ingeniería creativa, que acaba de adquirir la también española Actualize, que cuenta con una sólida implantación en diferentes países de América Latina.

– ¿Qué ha supuesto esta operación?

– Una oportunidad estratégica, ya que nos permite ampliar y complementar la oferta de servicios; fortalecer y desarrollar nuestra presencia internacional, así como aumentar la exposición comercial de nuestro catálogo. Además, la facturación se incrementará en un 20% y llegará a 26 millones de euros a finales de año, y la plantilla superará los 600 empleados repartidos en Europa, Asia y Latinoamérica, con mercados nuevos como Colombia, México, Chile y Brasil

– ¿Qué les llevó a a fundar Fractalia?

– Era una época muy interesante para emprender. Las oportunidades eran numerosas. Mi socio, Alejandro Fernández, y yo trabajábamos en un sector que nos permitía contemplar, y entender, desde la primera fila lo que estaba pasando: las nuevas tecnologías transformaban radicalmente los distintos sectores y la afluencia de ideas era caudalosa. Decidimos apostar por una y empezamos a trabajar.

– ¿Por qué optó por embarcarse en montar una empresa como ésta?

– El emprendimiento no admite medias tintas. Yo me sentía empresario desde pequeño. Tenía clarísimo que lo quería probar. Otra cosa, obviamente, era lo que me deparara la vida.

– ¿Cuándo empezó a sentir esa inquietud?

– No tendría más de 15 años. Me movía en ese ambiente. Mi vida familiar giraba en torno a una empresa y era una alternativa que me seducía.

– ¿Tuvo que aprender mucho para que el proyecto de Fractalia pudiera hacerse realidad? ¿Su bagaje era el adecuado para convertirse en empresario?

– El conocimiento no es lo más importante. Puedes estar muy preparado, pero sin actitud no hay nada que hacer. Hay muchos errores que pueden llevarte al desánimo o hacerte entrar en barrena, y la única manera de salir adelante es mediante un talante decidido y firme. Las cosas no salen como se planifican, pero no pasa nada si se está preparado para cambiar.

– ¿Se atrevería a enumerar las principales lecciones que ha aprendido a lo largo de estos años?

– La primera, contar con un buen equipo de profesionales. La segunda, tener un plan, pero hay que ser flexibles para adaptarlo a las circunstancias cambiantes.

– ¿Recomienda a quien quiere emprender que primero pruebe en trabajos ajenos?

– No es imprescindible. Aunque toda experiencia es buena, el momento de la vida para asumir riesgo no se debe retrasar. No obstante, no pasa nada por fracasar.

– ¿Qué valores, servicios y productos diferentes ha aportado Fractalia al sector de la ingeniería?

– Creatividad y efectividad como valores. En servicios, no hemos dejado pasar ningún tren en gestión remota y el internet de las cosas. Y, finalmente, en productos contamos con una oferta amplia y relevante. Sólo este año se han generado cuatro nuevos que corresponden a especialidades completamente diferentes.

– ¿Cuáles son las claves en la relación con el cliente hoy en día?

– Hay que aportar valor permanentemente. Ahora mismo, hay que tener claro siempre que el cliente tiene que obtener un retorno de cualquier producto o servicio que adquiera por pequeño que sea.

– ¿Qué papel juega el I+D+i en Fractalia?

– Supone más del 8% de la facturación, por encima de los dos millones de euros.

– ¿Nos tomamos la investigación y la innovación en serio en España?

– Si estás en tu zona de confort como compañía, el I+D representa un esfuerzo. Si no, como es el caso de Fractalia, que siempre ha estado en situación cambiante como consecuencia de la evolución, el I+D+i es una manera natural de trabajar para la que se requiere un grupo de profesionales superbuenos.

– ¿Les está costando mucho su internacionalización?

– Muchísimo.

– ¿Es apreciada la «Marca España» en este ámbito?

– Es un sector muy objetivo. Todos los proyectos salen después de cómo funciona un piloto. Tenemos mucho trabajo en Europa, Asia, Suramérica… y nunca nos hemos encontrado con alguien que nos diga: «¿Qué bien, sois españoles!». La clave está en ganarse la confianza y en que tu servicio o producto sea bueno. Asentarse fuera es un verdadero desafío. Ahora bien, cuando consigues hacerte un hueco es porque tu producto está entre los mejores.

– ¿La carencia de industria en España es irresoluble?

– Es un problema grave, pero hay una gran oportunidad porque ahora que se está diseñando un mundo nuevo que va a demandar industrias completamente diferentes, creo que España puede jugar un papel interesante. El internet de las cosas va a hacer que la revolución que hemos experimentado con el «smartphone» sea igual en todos los órdenes de la vida.

– ¿Hay talento para desarrollarlo?

– De sobra. Ése no es el problema. La clave está en que se den las circunstancias propicias para llevarlo a cabo.

– ¿Le parece adecuado el ambiente de emprendimiento que ha surgido en los últimos tiempos en España?

– Es importante que lo haya e incluso que exista un marketing grande a su alrededor. Este ambiente está ayudando a mejorar la imagen del empresario. Necesitamos muchos emprendedores para solucionar nuestro principal problema, el paro.

Source: The PPP Economy

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