El Banco de España mejora de nuevo sus previsiones y adelanta la recuperación total a mediados de 2022


El camino está despejado para la economía española, en apariencia. Las incertidumbres sanitarias cada vez son menores y así lo ha trasladado el Banco de España a sus proyecciones macroeconómicas. Como ya hiciera en junio, la institución ha vuelto a mejorar sus previsiones de PIB y paro; también ha hecho lo propio con las de déficit y deuda públicos para el horizonte temporal 2021-2023.

«Pronunciado dinamismo». De esta manera define el supervisor la situación nacional desde el segundo trimestre de este año, cuando ya se creció a nivel intertrimestral al 2,8%. En el tercer trimestre espera un alza del 2,7%, aunque matiza: «La incertidumbre en torno a esta estimación es, no obstante, muy elevada, puesto que la información cuantitativa referida a los meses de verano es todavía relativamente escasa», señala en su último informe. Asimismo, añade que el avance del PIB habría seguido estando marcado por la recuperación del sector servicios.

«Este dinamismo de la actividad, que, en línea con lo observado en el conjunto del área del euro, fue notablemente más pronunciado de lo que se anticipaba en el escenario central de las proyecciones de junio, permitió que la brecha del producto con respecto al nivel previo a la pandemia se estrechara hasta 6,8 puntos porcentuales (pp), todavía por encima de la que persiste en el conjunto de la UEM, de 2,5 pp», sostiene la institución. España recuperará su nivel de PIB precrisis después que el resto de Europa, pero el Banco de España va acortando plazos en sus proyecciones.

El supervisor calcula que la recuperación económica total a niveles pre-Covid llegará a mediados de 2022. Esto supone adelantar en un trimestre lo que vaticinaba en junio, cuando hablaba más del último tramo del ejercicio. De hecho, al final del horizonte de 2023 se espera que el PIB esté 2,5 puntos por encima que antes de la crisis.

Adelantar el rebote tiene su razón de ser en una mejora de las previsiones para estos tres años. Se espera que el crecimiento del PIB alcance el 6,3% en el conjunto de 2021; el 5,9% en 2022; y el 2% en 2023. «Estas proyecciones comportan una ligera revisión al alza del crecimiento del PIB, de 0,1, 0,1 y 0,2 pp en cada uno de los tres años del horizonte de proyección», recuerda el Banco de España, para añadir a continuación: «La recuperación proyectada descansará principalmente sobre el componente nacional, aunque se prevé que, más allá del corto plazo, el sector exterior realice también una contribución positiva al crecimiento del PIB».

Con todo, una de las principales incógnitas que ya estaban presentes en junio, sigue vigente en septiembre. Ya entonces el Banco de España dudaba de la ejecución de los fondos europeos (de los cuales ya han llegado los primeros 9.000 millones de euros) y ahora ahonda en esa idea, aunque con menor dureza.

«Las proyecciones actuales incorporan, como se ha señalado, en base a la información disponible, una implementación de estos proyectos algo más retrasada de lo que se anticipaba hace tres meses. No obstante, la distribución temporal de este gasto sigue siendo notablemente incierta», sostiene. Un retraso en la absorción del gasto que ha obligado a la institución a revisar su calendario respecto a los fondos UE. De esta manera, ha trasladado a 2022 y 2023 un impacto de 0,6 puntos que se esperaba ya para 2021.

En términos de incertidumbres y riesgos para la economía, el supervisor vuelve a mencionar nuevos brotes y variantes de la enfermedad, así como una reducción de la efectividad de las vacunas. También advierte sobre el impacto de la escasez de algunos consumos intermedios, como los microchips, en el comportamiento del sector manufacturero.

Paro, deuda y déficit

«Cabe esperar que la consolidación gradual de la mejora de la actividad dé paso a un tono progresivamente menos expansivo de la política fiscal nacional a lo largo del horizonte de proyección, en un contexto en el que la reversión del fuerte aumento experimentado por la deuda pública como consecuencia de la pandemia ayudaría, de forma significativa, a la reducción de las vulnerabilidades macrofinancieras de nuestra economía», afirma. Una petición, una vez más, para tratar de poner coto a una deuda pública instalada en niveles extremadamente altos.

Sin embargo, el informe no ha contado en esta ocasión con una de las tradicionales reivindicaciones del Banco de España: la necesidad de diseñar un plan de consolidación fiscal. En los últimos meses esto venía siendo un continuo, pero en esta ocasión no ha figurado el término en el informe.

La institución, asimismo, también ha mejorado sus estimaciones sobre las finanzas públicas. En junio auguraba un déficit del 8,2% para 2021; del 4,9% para 2022; y del 4,3% para 2023. Ahora ha reducido estas cifras hasta el 7,6% sobre el PIB, 4,3% y 3,5% respectivamente. En términos de deuda, ha reducido sus estimaciones hasta el 117,9%, 114,3% y 114,3% en el citado horizonte temporal.

En términos de mercado laboral, el Banco de España sigue la misma tónica que en el resto de indicadores. Si la economía mejora, también lo ha de hacer necesariamente el empleo. En junio vaticinaba una tasa de paro del 15,6% para 2021; del 14,7% para 2022; y del 13,7% para 2023. Ahora esas cifras se han reducido hasta el 15,1%, 14,3% y 13,3% respectivamente.

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