El abaratamiento de las hipotecas reactiva la inversión inmobiliaria


Mientras la volatilidad de la bolsa asusta, la poca o nula rentabilidad de los productos tradicionales le restan todo su atractivo. Y con un horizonte plagado de incertidumbres e incógnitas, el dinero busca cobijo. «No quiero asumir ningún riesgo, pero me gustaría obtener algún rendimiento», dicen los ahorradores. «Pues deje de soñar», contestan desde las entidades.

El temor a una nueva recesión global tiene en vilo a los inversores. Como consecuencia del desplome bursátil de comienzos de año, hasta la semana pasada el 90% de los fondos de inversión se encontraba en números rojos. Y la rentabilidad que ofrecen los depósitos ni tan siquiera llega al 1%. Así pues, los pequeños ahorradores se preguntan qué hacer con su dinero. Si bajo el colchón no es una buena opción, con el Euribor en mínimos históricos y el consecuente abaratamiento de las hipotecas, la inversión en vivienda reaparece en las estrategias.

La vuelta al ladrillo podría ser un efecto colateral de la crisis financiera. Máxime, teniendo en cuenta su arraigo social en España, donde los activos reales representan entre un 85 y un 90% del total de las familias (el 90% son bienes inmuebles y el resto lo conforman negocios, joyas o arte) y los financieros, entre el 10 y el 15%. Los expertos no recomiendan invertir todo el dinero en un segundo inmueble, ya que diversificar la cartera resulta fundamental, pero el actual es un momento propicio para adquirir una primera vivienda. Los precios en muchas zonas y para determinadas tipologías han tocado fondo y la financiación hipotecaria está a un coste muy interesante. Además, Draghi se mostró dispuesto a actuar de nuevo y mantendrá los tipos bajos, e incluso en niveles negativos, durante bastante tiempo, por lo que los intereses de las hipotecas seguirán bajos. Pau A. Monserrat, director editorial de iAhorro.com, considera que «la crisis financiera puede recuperar el atractivo de la inversión en ladrillo».

Para una hipoteca de 120.000 euros a 25 años y con un diferencial del 1%, la rebaja en la cuota mensual ascendería a 14 euros. No obstante, el año pasado más del 30% de las compras de vivienda se hizo a tocateja. Aun así, el número de hipotecas sobre viviendas inscritas en los registros de la propiedad en noviembre –último dato disponible– fue un 16,4% superior que en el mismo mes de 2014. El Euribor mantiene una tendencia descendente desde septiembre de 2008, cuando la tasa mensual rondaba el 5,4%, debido a los estímulos monetarios implementados por el BCE. Lejos de que haya que esperar una semana para ver cómo cierra febrero, y aunque seguramente lo haga a la baja, la tasa de este mes se usará de referencia en las hipotecas que se renueven en marzo. Por ello, la primera cuota con esa rebaja se abonará en abril.

Si antes de la burbuja inmobiliaria en España se vendían unas 775.000 viviendas al año, la cifra se desplomó hasta las 312.000 en 2013. El año pasado se vendieron cerca de 354.000 y en 2016 las ventas podrían escalar hasta las 400.000 viviendas. Los precios, por su parte, tocaron fondo en 2014, cuando habían bajado en torno al 35% respecto a 2008. El año pasado se produjo un repunte, pero el índice continúa 30 puntos por debajo del máximo de 2007.

Source: The PPP Economy

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