Comillas acerca el mundo laboral a alumnos con discapacidad intelectual


emóstenes fue uno de los oradores más relevantes de la historia y un importante político ateniense. Logró superar sus problemas de tartamudez, hasta convertirse en un «orador perfecto», como dijo de él Cicerón. Por ser un ejemplo de perseverancia, la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE bautizó con el nombre de «Demos» al programa que, por cuarto año consecutivo, acoge a alumnos con discapacidad intelectual con la intención de que puedan vivir de cerca el mundo universitario, compartir experiencias con otros compañeros y aprender un oficio que les abra las puertas al mundo laboral.

Pero el programa mira mucho más allá. No sólo ofrece formación académica, también se busca que estos alumnos adquieran autonomía y aprendan a tomar las riendas de su vida. Un programa dependiente de la Cátedra de Familia y Discapacidad: Telefónica-Fundación Repsol-Down Madrid.

Bidireccional

La Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE ha acogido ya a un total de 50 de estos alumnos que comenzaron su formación académica el pasado 1 de septiembre y que completarán por un periodo de dos años. Durante su paso por el centro estos chicos se empapan del mundo académico, participan de las actividades que la universidad ofrece y reciben el mismo trato que cualquier otro estudiante. La experiencia es bidireccional. A cada alumno del programa se le asigna un estudiante universitario con quien comparte aficiones culturales, como teatro, pintura o actividades físicas. Se trata de una propuesta pionera que fomenta la convivencia entre universitarios y personas con discapacidad intelectual. La directora de la Cátedra y promotora de este modelo de inclusión y formación junto a Down Madrid, Ana Berástegui, explica que «no sólo es un programa que enriquece a los chicos con discapacidad intelectual, sino también a los alumnos universitarios que podrán decir “yo he estado con ellos y sé lo que pueden hacer”. Ya nadie se gira cuando ve a estos alumnos, saben que somos una universidad inclusiva y acogedora».

Manu Blázquez es uno los alumnos del programa «Demos», tiene 20 años y acude a la Universidad Comillas todos los días, dando así los primeros pasos para el mundo laboral. Está «muy contento» y dice aprender de sus compañeros, que «siempre le echan una mano», a pesar de ser, como él mismo señala, «un chico muy independiente». Cursa el primer año del programa TecnoDemos que le ofrece la oportunidad de adquirir conocimientos relacionados con entornos tecnológicos. Explica que su sueño es «trabajar en un sindicato». Belén Rabadán está cursando un máster en Ingeniería Industrial y es enlace de uno de estos alumnos. Repite la experiencia por tercer año consecutivo. «Nunca antes había estado en contacto con personas con discapacidad intelectual y convivir con ellos me ha hecho entender que son capaces de hacer más cosas de las que creemos», comenta esta alumna. Comparte con ellos diferentes actividades, como música y, en ocasiones, salen a comer en grupo. Para Noemí García Sanjuán, coordinadora de la Cátedra de Familia y Discapacidad, «uno de los valores más importantes del programa es que los alumnos se integran en el campus y hacen uso de las instalaciones y servicios igual que cualquier otro estudiante de grado, además de establecerse una buena relación entre ellos». Los alumnos que no quieren inclinarse por la tecnología tienen la oportunidad de cursar el progama EducaDemos, que les dota de múltiples habilidades que les capacitan para desempeñar puestos relacionados con el entorno educativo como bibliotecas, colegios, ludotecas e incluso campamentos.

En primera persona

Paula es una de las alumnas que forman parte del programa EducaDemos. Tiene 24 años y su sueño es trabajar en una escuela infantil. En la Universidad Pontificia Comillas está dando los primeros pasos para su incursión laboral. Cuenta que está aprendiendo cómo es el desarrollo de un niño, cómo está organizado un centro educativo, incluso ha visitado un colegio y ha tenido la oportunidad de contar un cuento a los niños. En abril los alumnos de EducaDemos harán sus primeras prácticas en una escuela infantil o en una biblioteca. El programa cuenta con un profesorado especializado en discapacidad intelectual que, junto al resto de docentes, preparan a estos alumnos para enfrentarse al mundo laboral. Cuando finalizan su formación, además de sus calificaciones, título y certificación de competencias se hace una recomendación técnica. Es un primer paso para su empleabilidad. Según datos de la Universidad Comillas, un 40% de los alumnos del programa «Demos» consigue una colocación. Jorge González, responsable del programa Stela de empleo de Down Madrid, explica que «cada vez hay más sensibilización y más empresas que ofrecen oportunidades a personas con discapacidad intelectual, porque son trabajadores que lo pueden hacer muy bien y aportan muchos pluses a las empresas, como su responsabilidad, además de ofrecer un clima relacional enriquecido».

Este programa ha servido de inspiración a más universidades de todo el mundo. Una de las que ha mostrado gran interés es la de Antioquia, en Colombia. También La Universidad Iberoamericana de México, que desde 2014 lleva a cabo el programa «Somos uno más», que pretende la inclusión educativa y social de jóvenes con discapacidad intelectual. «Debe ser cosa de todos la inclusión de este colectivo en la sociedad y, gracias a “Demos”, la Universidad se transforma en un lugar que reconoce la diversidad como una oportunidad de enriquecimiento, a la vez que fomenta la conciencia y el compromiso social», concluye García Sanjuán.

Source: The PPP Economy

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