Calviño, en guerra con la banca: «Nos parecen inaceptables los sueldos y bonus de los directivos»


Nadia Calviño, vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, ha iniciado una guerra difícil de ganar con la banca a costa de los sueldos de sus directivos. «Hemos venido señalando que nos parecían inaceptables los sueldos y bonus pagados a los directivos de las entidades financieras», ha asegurado ante la prensa en el Congreso de los Diputados. Unas palabras que han encendido al gremio y que contrastan con la realidad de un sector que se redujo el sueldo desde marzo de 2020.

La responsable económica del Gobierno, asimismo, se pronunció en estos términos para con el sector bancario: «Son remuneraciones que no se corresponden con la situación económica de nuestro país, y aún menos en aquellas entidades que están anunciando fuertes recortes de personal y cierre de oficinas». En clara referencia a Banco Santander, BBVA, Caixabank y Banco Sabadell, por los procesos de ERE ejecutados o que todavía se están negociando.

Banco Santander dio ejemplo al adecuarse a la realidad de la crisis apenas unos días después de decretarse el confinamiento en marzo. Ana Botín, presidenta de la entidad, redujo su retribución casi un 19% en 2020 hasta los 8,09 millones de euros. Una caída que obedece a que su salario fijo y bonus se vieron recortados en un 50% en comparación a 2019. Su consejero delegado, José Antonio Álvarez, hizo lo propio con idéntica reducción. En el caso de BBVA la reacción fue muy similar, dada la virulencia de la crisis económica derivada del Covid. Carlos Torres, su presidente, cobró 4,09 millones de euros en 2020, un 44% menos en interanual. Todo debido a su renuncia a percibir la retribución variable, al igual que hizo su consejero delegado Onur Genç.

Asimismo, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank y primer ejecutivo del banco, recibió una retribución de 2,83 millones de euros el año pasado. Esto equivale a un 24,61% menos, tras renunciar el comité de dirección al sueldo variable. Y con respecto a Banco Sabadell, Josep Oliu, percibió 1,986 millones de euros en 2020, lo que supone un 35,81% menos respecto a lo ganado un año antes por renunciar a los variables; también lo hizo su CEO y el resto de la alta dirección, con el dato añadido de que también ocurrió en 2019 por la situación de la entidad.

La tendencia en el sector desde el inicio del Covid, que tanto ha dañado las cuentas de las entidades, es clara. Fuentes financieras recuerdan que la banca, de ‘motu proprio’, ya se ha rebajado los sueldos desde 2020 en un ejercicio de responsabilidad para con los números de sus empresas y sus accionistas.

Más allá de ello, Calviño también hizo hincapié en que la banca, inmersa desde el principio de la pandemia en procesos de ERE que podrían afectar hasta a 19.000 personas, debería buscar «alternativas» para rebajar los despidos. Unas palabras que se producen apenas un día después de que Caixabank, donde el Estado está presente a través del FROB con un 16,1% del capita social, anunciara su intención de dar salida a casi 8.300 empleados. Respecto a este proceso ha destacado que «por supuesto» que buscarán actuar.

«El sector financiero se encuentra inmerso en un proceso de reestructuración desde hace años por los bajos tipos de interés, el proceso de digitalización y la creciente competencia. Hace ya tres años que vimos venir la situación y desde hace tres años insto al sector a buscar y trabajar activamente en alternativas que minimicen el impacto negativo sobre el empleo», ha comentado la vicepresidenta, para añadir a continuación: «Todo este tiempo hemos venido instando tanto a las asociaciones del sector como a las entidades individuales a hacer todo lo posible y buscar todas las alternativas que minimicen la destrucción de empleo, que supone una destrucción de valor y pérdida de capital humano para España que no podemos permitirnos». Ante todo ello, la vicepresidenta reclamó a la banca «responsabilidad» con el mantenimiento de los puestos de trabajo.

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