Buques metaneros, así son las moles del mar


El norte de Europa se abastece sobre todo de gas del mar del Norte y de Rusia, además de los metaneros que proceden principalmente de Estados Unidos. Sin embargo, el sur de Europa, donde se incluye España, tiene una dependencia muy importante del gas natural que procede del Norte de África, el cual llega a nuestro país, principalmente, a través de gasoductos.

Gracias al del Magreb, que desembocaba en Tarifa, Cádiz, obtenía la mayor parte del gas que se consumía en el territorio español. Solo en 2020 por esa vía se obtuvo más del 29 % del gas consumido en nuestro país. Sin embargo, debido a la crisis diplomática con Marruecos, el suministro de gas de Argelia a España se ha visto alterado y el pasado lunes, 1 de noviembre, la terminal de gaditana dejó de recibir gas.

Aunque no se producirán grandes cambios, ya que el gas que se recibía por Tarifa llegará ahora por otro gasoducto a Almería, sí que podrían verse incrementadas las llegadas a España de gas natural licuado, (GNL) que llegará en buques metaneros.

Según Enegás, en 2020 se contabilizaron un total de 238 descargas de buques metaneros en las seis terminales de regasificación del Sistema Gasista. Por orígenes, Estados Unidos y Nigeria han sido los países de los que se ha recibido un mayor número de cargamentos, un total de 62 y 47 buques metaneros, respectivamente, seguidos de Rusia y Qatar, con 35 y 30 buques, respectivamente. Entre los cuatro orígenes concentran casi el 73 % del volumen descargado.

Buques metaneros

Los buques metaneros son embarcaciones dedicadas al transporte de GNL desde los lugares de producción a los de consumo. Sus instalaciones están preparadas para transportar el gas a una temperatura de -160 grados, cercana al cero absoluto, a lo largo de grandes distancias. En estado líquido, según explica Enegás, esta materia prima ocupa sesicientas veces menos que en estado gaseoso, por lo que los buques son una forma eficiente de transportar grandes cantidades de gas minimizando el espacio.

Además, debido al contraste de temperatura que existe con respecto al exterior, más elevada, la parte superior del GLN se evapora de nuevo y esa parte de combustible en estado gaseoso puede utilizarse para propulsar el barco, siempre y cuando no vuelva a convertirse en líquido mediante relicuadoras incorporadas en la nave. De este modo se ahorra también combustible.

Existen diferentes tipos de buques metaneros pero todos ellos son de grandes dimensiones y funcionan como una especie de termo para mantener el gas en estado líquido hasta que este llega al origen. Según la Agencia Energética del Gobierno Vasco, una de las características de un metanero es su gran calado y capacidad de carga, necesarias para el transporte de importantes cantidades de gas. La eslora tipo superaría los 284 metros, y la manga estaría en torno a los 42,5 metros.

Una vez en su destino, es necesario convertir de nuevo el gas licuado en gas original. Este proceso se realiza a través de plantas regasificadoras, de las cuales hay un total de seite en España, seis de ellas en activo: Barcelona, Bilbao, Castagena, Huelva, Mugardos y Sagunto.

Impacto en los precios

Actualmente nos encontramos en plena crisis de precios en el mercado energético. Según el informe de la consultora Deloitte, ‘Visión del mercado del GNL a 2025’, ante una escasez de barcos disponibles los picos de precio podrían superar los 100.000 dólares (unos 85.900 euros) al día, frente a los 40.000 – 50.000 dólares (34.300 – 43.000 euros) de 2013.

Todo ello, sumado al incremento de demanda de gas ante la inminente llegada del invierno en el hemisferio norte, donde se sitúan los principales importadores, podría desembocar en un incremento generalizado de los precios que también afectaría a nuestro país.

Source: Noticias

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