Breve historia de una vida en 100 números


Hace justo hoy dos años, dos meses y 15 días que TU ECONOMÍA veía la luz como suplemento semanal de LA RAZÓN. En aquel febrero de 2014, España estaba sumida en una profunda crisis económica que, en muchos ámbitos, se había agudizado aún más como consecuencia de que sus modelos de negocio estaban obsoletos. Al mismo tiempo, empezaban a aparecer los primeros macroindicadores positivos. No eran para echar las campanas al vuelo, pero avivaban la esperanza y la confianza de los ciudadanos.

A partir de ahí, la economía española empezó a tomar carrerilla. Una carrerilla que se la hemos ido contando en estos 100 números. Un despertar, fruto del sacrificio de los españoles y de una serie de reformas que no han sido del gusto unánime, pero que sí han puesto los cimientos para una buena convalecencia. Esa recuperación, que todavía no es total y que lamentablemente aún no ha llegado a todas las capas sociales, especialmente a quienes siguen sin encontrar un puesto de trabajo, ha sido la principal protagonista de la película, quizá serie, basada en hechos reales que, domingo a domingo, hemos ido emitiendo.

Más de 2.000 páginas en las que hemos narrado cómo España ganaba en competitividad; las pequeñas empresas conquistaban mercados exteriores; el consumo recuperaba terreno; se creaba empleo; el emprendimiento tomaba cuerpo; determinados sectores empezaban a sacar la cabeza; el crédito volvía a fluir, aunque tímidamente; los nuevos empresarios llevaban a cabo exitosas rondas de financiación; los profesionales, sobre todo los técnicos, y los directivos españoles se ganaban el prestigio internacional… También hemos tenido que contarles otros hechos negativos y otros relevantes de carácter internacional, como el fin del bloqueo comercial a Cuba; la ralentización de China; el pinchazo de los emergentes; el desplome del precio del petróleo y de las materias primas en general; las bajadas de tipos de interés y las inyecciones de liquidez en Estados Unidos y Europa…

Pero también hemos detectado cambios y transformaciones que trascienden el plano de los hechos. Cambios profundos de cultura y mentalidad. Los actores del emprendimiento ya no son tanto jóvenes aventureros como profesionales experimentados que han puesto en marcha proyectos solventes que rinden antes de lo habitual. Los ahorradores se han visto obligados a probar el vértigo del riesgo. El talento de las personas se valora más. El liderazgo del ordeno y mando produce aversión. Preocupa, por fin, el pequeño tamaño de lo que llamamos pymes; sin verdaderas empresas medianas, no hay tejido empresarial. Los empresarios han perdido el miedo a salir al exterior…

Estas historias se las hemos detallado con el entusiasmo, el rigor y la profesionalidad que hemos sido capaces de sumar. Un equipo pequeño, pero muy arropado por toda la redacción, ha hecho posible esta realidad. Ellos –se lo agradezco de todo corazón– han facilitado mi labor de coordinación. A todos ellos, gracias. A los redactores, Cristina Ruiz, Rosa Carvajal y Raúl Salgado; a los colaboradores, Pilar Pérez, Juan Francisco Caro, Julián Herrero y Javier Camba; a los diseñadores y maquetadores, Carlos Catalán, Nuria Blanco y Noelia Lázaro; a los técnicos de cierre, Esther Jiménez, Sandra Rodríguez Poveda y Mercedes Gómez Caballero; a los ilustradores e infógrafos, Teresa Gallardo, Toño Benavides y Federico del Barrio; a los equipos de fotografía, archivo, publicidad, marketing, administración…

Y seguimos. Con ellos aspiramos a continuar informándoles del progreso de España. Nos gustaría contar que esa recuperación la sienten todos los españoles; que el desempleo se reduce al llamado paro estructural; la apuesta por España de los inversores globales más importantes; el triunfo de nuestra innovación. En definitiva, una prosperidad general sustentada en una sociedad más justa, más humana y más solidaria.

Source: The PPP Economy

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